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CAMBIO POLÍTICO | Reacciones internacionales

La derrota del PP, un contratiempo para Tony Blair

La victoria de José Luis Rodríguez Zapatero es interpretada en el Reino Unido como un contratiempo para Tony Blair por varias razones. La más inmediata, porque supone una ruptura de la coalición política que lanzó la guerra de Irak y que alcanzó su punto culminante en la cumbre de las Azores.

A más largo plazo, porque altera radicalmente el escenario de alianzas con que trabajaba el primer ministro británico en el plano europeo: José María Aznar ha sido -y todo indicaba que Mariano Rajoy iba a ser también- un firme aliado para seguir impregnando la Unión Europea de las políticas económicas reformistas y liberales del Nuevo Laborismo y un puntal en el que apoyarse en los constantes esfuerzos de Blair por restar poder en Europa al eje franco-alemán fraguando múltiples alianzas puntuales con otros países.

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La llegada de Zapatero pone de relieve también la dramática contradicción personal que vive Blair, un político de centro izquierda al que la guerra de Irak le obliga a desear la victoria de la derecha en España y de los republicanos en Estados Unidos.

Hasta ahora no estaba claro si Blair prefería una derrota o una victoria de Bush. La derrota de Bush le desembarazaría de un aliado que mina la moral de gran parte del Partido Laborista y que a menudo se desentiende de los problemas internos de Blair. Pero ahora, castigado Aznar por las urnas, si también los electores norteamericanos censuran a su presidente en las elecciones de noviembre, Blair se convertiría en el único superviviente del trío de las Azores a seis meses vista de las elecciones británicas, previstas para la primavera de 2005.

División política y mediática

Ha habido también muchas críticas al inmediato anuncio de Zapatero sobre la retirada de las tropas españolas. Ni los medios ni los políticos británicos han hecho hincapié en que el líder socialista se había comprometido a ello mucho antes de las bombas de Madrid, y han criticado tanto la sustancia del anuncio como el hecho de que se hiciera al día siguiente de la victoria electoral y haciendo poco hincapié en que la decisión depende de los acuerdos que pueda haber en el Consejo de Seguridad sobre el futuro de Irak. Para estos críticos, Zapatero quiere retirar las tropas porque cree que así no habrá más atentados en España.

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