Sacerdotisa y lesbiana
La película de Almodóvar La mala educación me hizo pensar. Viene a sostener una tesis, o simplemente una idea: los curas pederastas hacían terminar mal a los chavales a los que metían mano (o lo que fuera): iban al travestismo, la vida de "loca", la droga y el fratricidio. No lo creo: mis amigos de infancia estaban toqueteados por sus curas y les daba risa; y a esa edad, siempre es bueno tener a alguien que le masturbe. La sexualidad es de cada uno; me eduqué en Marañón, que estaba seguro de que hombrotes como don Juan y como Beltrán de la Cueva -el padre adulterino de la Beltraneja- eran homosexuales; y don Beltrán murió "misteriosamente", dicen las crónicas. Al final de la película me fui pensando en el juicio de la Unión Metodista en EE UU contra su sacerdotisa Karen Dammann, que ha declarado su vida homosexual decente, dicen: vive con su compañera y con la hija de ésta, que tiene cinco años. La Iglesia que admite el matrimonio, pero "no a una clériga gay", según el Libro de Disciplina. La traducción de "clériga" es mía: ellos dicen aún clergyman, lo que indica que es hombre.
Aquí se va adaptando el lenguaje. Yo intenté lo de "sacerdotisa", se produjeron discusiones, se me rechazó, pero ahora lo ratifico porque la Academia me da permiso: "Mujer que ejerce el sacerdocio"; hasta ahora era "mujer dedicada a ofrecer sacrificios a ciertas deidades gentílicas y cuidar de sus templos". Se sabe que eran los gentiles: paganos, idólatras, politeístas... Aparte de esta cuestión en las que la Academia se adelanta a la Iglesia, están las discusiones en aquel juicio. "La Iglesia nunca ha declarado que la homosexualidad sea incompatible con la enseñanza cristiana", dijo un obispo retirado (lo había sido en Los Ángeles, lo cual explica su postura) y quiso sentar una doctrina muy interesante: "incompatibilidad" es una palabra de los principios sociales, pero no crea disciplina o ley: debe ser considerada como "instructiva o persuasiva". El defensor de la pastora explicó que su comunidad está mejor ahora que antes de su llegada.
No siendo metodista, mujer, homosexual, ni partidario de la Disciplina con mayúscula, mi interés en este caso es informar. Ah, sí: soy todo eso, y estoy de parte de la dama. Cuestión de libertades absolutas. Y estoy con Almodóvar, y entiendo que haya tenido que retractarse de sus declaraciones sobre un golpe de estado (imaginario, por favor). También tiene que defenderse como pueda. Para seguir.
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