Una red introdujo a más de 650 extranjeros en Las Palmas por 5.000 euros

Agentes de la brigada de Extranjería del Cuerpo Superior de Policía de Las Palmas de Gran Canaria desarticularon ayer parte de una red de traficantes dedicada a introducir ilegalmente en España a ciudadanos extranjeros, muchos procedentes de Ecuador. Aunque la investigación sigue, la policía ya ha detenido a cuatro supuestos integrantes de esta red que, al menos, introdujo a 650 extranjeros, la mitad latinoamericanos, a cambio de un mínimo de 5.000 a 6.000 euros por cada uno.

Los detenidos son un matrimonio ecuatoriano, una colaboradora de la misma nacionalidad y la titular de una agencia ilegal de colocación, de nacionalidad española, que efectuaba esta labor desde hacía 28 años. En el registro policial de esta agencia, se encontraron más de 2.000 fichas de otros tantos trabajadores, aunque la policía trata de determinar la situación legal de cada uno. Algunos detalles aportados ayer en rueda de prensa describen las enormes penalidades por las que pasaron los extranjeros. Eran captados con promesas falsas para conseguir trabajo en España. Cada uno debía firmar letras de cambios con intereses enormes, que contemplaban billete de avión, entrada al país y gestiones para encontrarles trabajo. Todos sortearon la frontera al mostrar un documento conocido como carta de invitación, en realidad un documento notarial por la que un residente legal en España se compromete a hacerse cargo de la manutención y estancia de la persona a la que invita, explicó el inspector José Miguel Ramos a Efe.

El inmigrante tenía que abonar también otros 180 euros por el arrendamiento de una habitación en una vivienda de la capital, atestada de personas. Algunos de los testimonios han revelado que dormían en el suelo. La mayoría de los trabajos que ofertaba esta agencia de colocación regentada por la detenida española estaban relacionados con tareas domésticas por las que recibían sueldos precarios. Además, ésta les cobraba 3,5 euros a cada persona que daba de alta en su fichero. Los detenidos amenazaban a los inmigrantes con denunciar su situación irregular para mantenerlos en silencio.