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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

Cuatro magrebíes robaron los explosivos en Asturias guiados por un ex minero español

El depósito, que carecía de vigilancia, fue saqueado por la noche dos semanas antes del 11-M

Todo o parte de los 100 kilos de dinamita usados en los atentados del 11-M en Madrid fueron robados en una pequeña mina de Asturias a fines del pasado febrero. Los autores del saqueo fueron cuatro marroquíes, aún no detenidos, que fueron guiados hasta el polvorín por un español que tiene antecedentes delictivos (entre ellos tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas), según la investigación. Este español conoció a los magrebíes en un bar de Lavapiés, el pasado enero, y se jactó de saber cómo obtener fácilmente explosivos. La policía cree que a cambio recibió alguna cantidad de droga.

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El español detenido el pasado jueves en Avilés (Asturias) es una pista clave de la investigación, ya que ésta le relaciona con los 100 kilos de explosivos goma 2 utilizados en los atentados del 11-M. Hasta ayer tarde, habían trascendido muy pocos datos de este hombre: que tiene antecedentes delictivos por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, que conoció, el pasado enero, a cuatro magrebíes en el barrio madrileño de Lavapiés y que éstos son quienes, en torno al 29 de febrero, saquearon un polvorín de una pequeña mina próxima a Avilés.

Después de que los agentes de la Comisaría General de Información relacionasen a este hombre con el grupo supuestamente implicado en la matanza, alertaron a funcionarios de la comisaría de Avilés para que fueran en busca del sospechoso y lo detuvieran inmediatamente. Así lo hicieron: el sospechoso fue localizado sin dificultad y llevado a la comisaría de Gijón en espera de que llegasen los especialistas antiterroristas de Madrid.

El único español detenido hasta ahora había trabajado de minero en el pasado y trabó contacto con los marroquíes en un bar de Lavapiés, el pasado enero. Los magrebíes le dijeron que tenían una mina en Marruecos, que necesitaban explosivos, pero que chocaban con enormes dificultades para poder exportarlos. El español les replicó que no era tan difícil hacerse con dinamita, ya que él conocía muchas minas en Asturias cuyos polvorines apenas tienen vigilancia. Antes de despedirse, les facilitó a los magrebíes su número de teléfono.

Un tal Hassan

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A finales del pasado febrero, los marroquíes viajaron a Asturias. Un tal Hassan telefoneó con su amigo y quedó citado con él para "tomar un café". La cita se celebró en un bar de Avilés, donde se presentaron el tal Hassan y tres marroquíes más. Entonces les condujo hasta el polvorín de una mina, donde se apoderaron de los explosivos y los detonadores. Este material fue trasladado a Madrid unos 10 días antes en la furgoneta Renault Kangoo sustraída días antes al carpintero J. G. en una calle próxima al barrio de Cuatro Caminos. El asturiano detenido asegura que él no participó en el saqueo del polvorín, sino que sólo les condujo hasta él. Afirma que ignoraba que sus amigos magrebíes tuvieran relación con una organización terrorista y se ha ofrecido a colaborar en la investigación, si bien desconoce las identidades y los domicilios de aquellos.

"Estamos en una fase muy importante de la investigación, en la que es necesaria discreción. En este momento avanza la investigación. No está cerrada, se continuarán produciendo detenciones, y es necesario tener mucha cautela, aunque informando a la opinión pública de que se avanza en buena dirección", declaró el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, en rueda de prensa al margen del Consejo de ministros de Justicia e Interior de la UE. "Son muy pocos los días [transcurridos] desde el atentado y ya hay un número de detenciones importantes", recordó el ministro. Hasta ayer eran 10 los arrestados (siete marroquíes, dos indios y un español). Acebes explicó que todavía está investigándose la procedencia de la dinamita. "Hay días de investigación, por lo que ahora sería precipitado concluir que esa dinamita ha sido comprada", agregó.

Pese a lo dicho por el titular de Interior en funciones, las pesquisas ya han determinado que el explosivo usado para los atentados del 11-M fue sustraído en parte o en su totalidad de una pequeña explotación minera asturiana. Dada la gran cantidad de goma-2 empleada en los atentados terroristas, fuentes próximas a la investigación no descartan que sólo una parte -aunque importante- de esa dinamita fuese robada "de una tacada" en esa mina, y el resto en otra explotación o en la misma, pero en diversas fases. A la Guardia Civil, que es quien tiene a su cargo el control de los explosivos en España, no le consta ninguna denuncia por un robo de estas características, de lo que se deduce que el dueño de la mina saqueada no dio cuenta de este hecho a las autoridades. Pese a las dificultades de las pesquisas, los medios informantes se muestran optimistas y consideran que ya han llegado al "núcleo duro" de la red que organizó el atentado que, por el momento, ha costado la vida a 202 personas.

La policía conoce ya "el esquema general" de la organización del atentado del 11-M y mantiene la convicción de que detrás de éste se halla el Grupo Islámico Combatiente de Marruecos (GICM). Aparte de los ya detenidos, los encargados de las pesquisas tienen identificados al menos a otros tres individuos supuestamente implicados en la matanza.

Unos policías comprueban, ayer, la documentación de unas personas en la estación de Atocha.
Unos policías comprueban, ayer, la documentación de unas personas en la estación de Atocha.REUTERS

"Esta noche os llevo al polvorín"

Un tal Hassan telefoneó al ex minero asturiano una tarde de la última semana de febrero, probablemente el día 29, al día siguiente del robo en el barrio de Tetuán, en Madrid, de la furgoneta que, el mismo día de la masacre, fue localizada en Alcalá de Henares con rastros de explosivos, siete detonadores y una cinta en la que un cantante de Arabia Saudí recitaba versos del Corán.

El tal Hassan informó al español que había ido a Avilés para visitar a unos amigos y acordaron tomar un café. La cita se celebró, según fuentes de la investigación en un bar de Avilés. Hassan se presentó a la cita acompañado de otras tres personas de aspecto magrebí, que el ex minero no puede identificar.

En este encuentro, los magrebíes insistieron en la posibilidad de hacerse con una partida de explosivos, como habían hablado casi dos meses antes en Madrid. El español, según su propia confesión, alardeó ante ellos: "Si queréis, esta misma noche os llevo al polvorín". Así lo hizo, pero, según ha declarado, él no participó en el robo ni sabía para qué querían sus nuevos amigos la dinamita convencional gelatinosa (goma 2 ECO).

El español detenido cuenta con antecedentes por tráfico de drogas y ya había tenido con anterioridad problemas con la justicia por tenencia ilícita de armas y explosivos. Este dato hace pensar a los investigadores que él ya tenía en su poder una partida de explosivos, y que lo robado por los magrebíes sirvió para complementar la cantidad que necesitaban. Ahora se trata de averiguar a cambio de qué les hizo este favor.

La policía todavía está evaluando la cantidad que ha sido robada exactamente en el polvorín, carente de vigilancia. De lo que están convencidos es de que también sustrajeron de dicha caseta los detonadores utilizados en el 11-M. Los investigadores sospecharon inicialmente que éstos pudieron haber sido robados de una cantera o de una obra pública en la sierra de Madrid.

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