El FBI interroga en EE UU al coordinador del 11-S
El Federal Bureau of Investigation (FBI) interroga a Ramzi Binalshibh, de 31 años. Binalshibh, presunto coordinador del 11-S, fue detenido en septiembre de 2002 en Pakistán y está preso en EE UU, seguramente en Guantánamo. Con los interrogatorios se intenta averiguar si dispone de algún indicio sobre el atentado del 11-M en Madrid.
Los investigadores tienen evidencias de que antes del 11-S Al Qaeda ya preparaba otros ataques en distintas partes del mundo. Lo demuestra el hecho de que un tal Shakur, que vivió en Granada, telefoneó a finales de agosto de 2001 a Imad Eddin Barakat, Abu Dandah, de 39 años -un sirio al que el juez Baltasar Garzón vincula con el 11-S-, y le comunicó que "entrenaba con aviones" y " tenía un gran objetivo". Shakur volvió a llamar a Barakat después del 11-S, de lo que se deduce que pertenecía a otro grupo distinto del que perpetró el atentado en EE UU.
En julio de 2001 Binalshibh mantuvo una cumbre con Mohamed Atta, de 33 años, el jefe de los pilotos suicidas. En ella se ultimaron los últimos detalles del ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono, en los que murieron 3.016 personas. Los días 5, 6 y 7 de septiembre Binalshibh regresó de nuevo a Madrid donde recogió un visado falso que le sirvió para abandonar Europa y dirigirse a Pakistán, donde llegó el día anterior al ataque terrorista.
Binalshibh reveló a sus interrogadores que pagó 300 marcos alemanes a una persona a la que llamaban Khalid el-Jaziri (Khalid el argelino). Para la Guardia Civil, esa persona es en realidad Khaled Madani, detenido el pasado mes de febrero en Torrevieja (Alicante), un argelino propietario de un locutorio telefónico. Madani ha reconocido que recibió ese dinero desde Hamburgo de Zacarías Essabar, uno de los miembros de la célula del 11-S, pero asegura que lo cobró por encargo de otra persona que ha desaparecido.
El próximo día 22, agentes del FBI interrogarán en Madrid a Madani gracias a una comisión rogatoria que el consulado de EE UU en Madrid remitió a la Audiencia Nacional. El fiscal Pedro Rubira solicitó al juez Guillermo Ruiz Polanco que se tramite una petición de ayuda judicial para interrogar en EE UU a Binalshibh, una posibilidad que hoy se considera remota por la resistencia de las autoridades de Washington a facilitar a ningún juez el testimonio de Binalshibh.
Los militares estadounidenses se han negado a enviar a un tribunal de Hamburgo las declaraciones de Binalshibh que servirían para incriminar o absolver a un detenido que, después de haber sido condenado a 15 años de prisión por su vinculación con los atentados del 11-S, acaba de ser puesto en libertad.
También han declinado facilitar ningún dato al tribunal que en EE UU juzga a Zacarías Mosaoui, el único detenido en aquel país por el 11-S. El argumento que se esgrime para estas negativas es que la declaración de Binalshibh "afecta a la seguridad nacional".
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