El supuesto jefe de Al Qaeda en España conocía a Zougam, detenido por los atentados

El supuesto responsable de la célula de Al Qaeda en España, Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, declaró ayer al juez Baltasar Garzón que conoce al marroquí Jamal Zougam, detenido el sábado y considerado por la policía autor material de los atentados del 11-M. Sin embargo, Abu Dahdah, que declaró a petición propia, aseguró que sólo le compró alguna tarjeta telefónica y tomó café con él alguna vez. El juez de la Audiencia Nacional prorrogó por dos años más la prisión preventiva de Galeb Kalaje, Abu Talha, supuesto proveedor de fondos con los que se financiaron los atentados de las Torres Gemelas y el Pentágono.

El juez adoptó la decisión de prorrogar la prisión provisional pese a que ayer, durante su declaración judicial, Kalaje condenó los atentados del día 11 en Madrid. Considerado el número tres de Al Qaeda, Abu Talha fue detenido el 23 de abril de 2002 y está acusado de allegar fondos para la organización por importe de 660.000 euros.

Por la tarde, Garzón tomó declaración al principal procesado como responsable de la célula española de Al Qaeda. Pero Abu Dahdah no acudió como imputado, sino como testigo en la causa que el magistrado tiene abierta por los atentados perpetrados por cinco suicidas en Casablanca el 16 de mayo de 2003, en los que resultaron muertas 45 personas, cuatro de ellas españolas. Abu Dahdah, igual que Kalaje, rechazó los atentados del 11-M y dijo que desde una posición islámica no se pueden admitir, informó su letrado, Jacobo Teijelo.

Además, reconoció en fotografía a Jamal Zougam, sospechoso de ser uno de los presuntos autores materiales del 11-M. Dijo que le conoce desde 2002 y que Zougam tenía una tienda de verduras en la calle de Tribulete, de Madrid, y luego un locutorio telefónico. El declarante sostuvo que le compró alguna tarjeta para el móvil y que tomaban café juntos. Aseguró que no sabe si tiene relación con el atentado de Casablanca, aunque le extrañaría.

Tras mostrarse dispuesto a colaborar con el juez, le fueron mostradas un centenar de fotografías de sospechosos. Dijo que cuatro personas le sonaban, pero no aportó más detalles. Su abogado aseguró que la declaración, realizada a petición propia, será ampliada más adelante en el sumario 35 / 2001, sobre la célula española de Al Qaeda.

En cuanto al supuesto número tres de la organización, Galeb Kalaje, antes de iniciar la declaración -que se reanudará el próximo día 29-, realizó una manifestación genérica en la que, de manera expresa y rotunda, condenó el terrorismo y la violencia "sean cuales sean las razones, étnicas, religiosas, culturales o políticas que lo motiven", según informó su letrado, Manuel Tuero.

Además, mostró un artículo suyo publicado en la revista de la prisión en la que rechaza el terrorismo. También presentó un certificado del centro penitenciario que acredita que el 11-M se ofreció a donar sangre para las víctimas.

Después, durante dos horas, negó las actividades que le atribuye el auto de procesamiento dictado por Garzón en noviembre de 2003 como financiero de Al Qaeda. Dijo que no conoce a ningún dirigente de esa organización ni a ningún miembro de ninguna de las organizaciones que se vinculan con la banda dirigida por Osama Bin Laden. Agregó que tampoco conoce a ningún magrebí ni ha tenido relaciones comerciales con ninguno.

Kalaje explicó sus relaciones con los otros procesados, acusados de ser presuntos miembros de Al Qaeda en España. Aseguró que conoce al presunto líder de la célula española, Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, de la mezquita Abu Baker de Madrid, donde ambos iban a rezar los viernes. Explicó que hizo un favor a Abu Dahdah, al realizar en su nombre una transferencia de dinero para un hermano, que reside en Siria.

Sin embargo, Kalaje precisó que Abu Dahdah jamás ha estado en su casa ni en su empresa y que no tenía ni tiene ahora datos para sospechar que estaba involucrado en las actividades de Al Qaeda.Kalaje alegó que en el juzgado se han producido errores materiales, por ejemplo contabilizar tres veces la misma partida de dinero remitida a Alemania para la compra de un coche. Según el declarante, en el documento la cuantía en pesetas estaba consignada con sus equivalencias en dólares y marcos alemanes, y los investigadores han sumado las tres, cuando en realidad se trata de un único envío.