Decomisados 300 kilos de petardos en Alboraia

La Guardia Civil de Tavernes Blanques decomisó el miércoles 300 kilos de material explosivo en un quiosco de Alboraia cuando la licencia sólo le permitía almacenar 2,5 kilos de las clases I y II. En el quiosco, el propietario tenía miles de unidades de petardos entre ellos muchos de gran potencia, clasificados como clase III, para los que no tenía licencia porque, entre otras cosas, las condiciones de almacenaje de ese material exigen cámaras blindadas y zonas de aislamiento para su manipulación de las que el quiosco no dispone. El material decomisado quedó a recaudo de la Guardia Civil y se extendió infracción administrativa por el incumplimiento del Reglamento de Explosivos. El instituto armado mantiene desde Tavernes Blanques un dispositivo por el que controla en los municipios próximos el comercio de explosivos, que precisa de autorizaciones específicas. El juzgado de guardia se ha hecho cargo de la investigación.

Por otra parte, cuatro niños resultaron heridos ayer por la tarde en Valencia, uno de ellos grave, cuando estaban jugando con una caja de petardos, que explotó al manipularla. Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.00 horas, en la calle del Doctor Ruiz y Comes, en la pedanía de Castellar, donde, al parecer, unos niños de edades comprendidas entre los 10 y los 12 años estaban manipulando unos petardos cuando les explotaron.