"¿Tú qué haces levantado?"

Los Reyes acudieron ayer a primera hora de la tarde a visitar a algunos de los heridos que permanecen hospitalizados tras el atentado del 11-M. La Casa del Rey había anunciado que don Juan Carlos y doña Sofía se iban a detener en el hospital Gómez Ulla, en el Doce de Octubre y en el Gregorio Marañón antes de emprender viaje a Barcelona, donde presenciarían la final de la Copa. Pero la visita se acortó a los dos primeros centros -el tercero se dejó para hoy- porque el Rey se detuvo mucho tiempo en las habitaciones charlando con los enfermos y sus familiares.

Eran las cinco de la tarde cuando los Reyes llegaban al hospital General de la Defensa. Allí visitaron ocho habitaciones, en las que se encuentran ingresados 20 de los más de 200 heridos que están siendo atendidos en los centros sanitarios. Los ministros de Sanidad, Ana Pastor, y de Defensa, Federico Trillo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los responsables del centro acompañaron a los Reyes. La visita, al tratarse de un centro militar, pasó más inadvertida a ojos de la calle, pero no sucedió lo mismo en el Doce de Octubre, la siguiente parada de don Juan Carlos y doña Sofía.

Don Juan Carlos ofreció su brazo a un colombiano que daba sus primeros pasos

Los Reyes fueron ovacionados en el Doce de Octubre, tanto en el exterior del centro como en los pasillos por los que accedieron hasta las habitaciones donde están ingresados 44 heridos, algunos de ellos en la UVI. "¿Tú qué haces levantado?", preguntó don Juan Carlos a un joven que recibió de pie la visita real. "No me digas que es para recibirme a mí. Lo que tienes que hacer es descansar y cuidarte", le regañó con cariño el Rey.

En una habitación cercana, un paciente colombiano daba sus primeros pasos por orden de los médicos. La llegada de don Juan Carlos le pilló por sorpresa. El hombre, entre la inseguridad de ese instante, el dolor y la importante visita, se quedó por un instante parado. El Rey le animó: "Venga, que lo estás haciendo muy bien". Y para inculcarle más confianza incluso le ofreció su brazo. Juntos recorrieron unos metros.

Dos mujeres también afectadas por el atentado pero que evolucionan bien se mostraron muy dicharacheras con los Reyes: "Ya me puedo morir tranquila, ya les conozco", les dijo una de ellas.

Don Juan Carlos y doña Sofía se interesaban por sus dolencias y, sobre todo, por su estado de ánimo, pero en ningún momento hablaron con los heridos del atentado ni de los momentos de horror que vivieron el pasado jueves. Los psicólogos recomiendan esta práctica. "Por eso los Reyes", explicó un portavoz del palacio de la Zarzuela, "en todo momento lo que han intentado es darles ánimos a ellos y a sus familias".

Doña Sofía, antes de abandonar el Doce de Octubre, en el que están los enfermos que mejor evolucionan, se dirigió a otro extremo del hospital para saludar a un capellán que perdió el brazo derecho en una de las explosiones. La Reina conoció a Martín José Sanz el pasado viernes, cuando estuvo en el centro acompañada del príncipe Felipe y Letizia Ortiz. El capellán ha mejorado, pero todavía está en estado grave.

En la UVI del Doce de Octubre, los Reyes entraron como todo el personal, vestidos de verde y siguiendo el protocolo médico. Allí se encuentran cuatro heridos muy graves, tres de ellos en situación de peligro. Don Juan Carlos y doña Sofía se abrazaron a los familiares y los ojos de ambos se llenaron de lágrimas por el dolor que contemplaron.