Convergència convoca un congreso para reforzar su perfil nacionalista y consolidar el liderazgo de Mas
Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Jordi Pujol y uno de los dos socios de CiU, cree haber hallado el remedio para frenar el constante goteo de votos que sufre en todas las convocatorias electorales. Para el próximo mes de julio, CDC ha convocado un congreso en el que prevé acentuar y reforzar su perfil nacionalista para rivalizar con Esquerra Republicana (ERC) por el espacio ideológico más catalanista. El congreso también servirá para consolidar el liderazgo de Artur Mas, secretario general de CDC y candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña.
El consejo nacional de CDC [máximo órgano de decisión entre congresos] analizará este domingo los resultados obtenidos por CiU en la cita electoral. Los nacionalistas han perdido cinco escaños, pero lo atribuyen al "clima de excepcionalidad" de la campaña provocado por la masacre de Madrid. "De no ser así, estamos seguros de haber obtenido 12 diputados", explicó ayer un dirigente de CDC.
No obstante, Convergència también aprecia razones estructurales a este decenso electoral, fundamentadas sobre todo en su apoyo parlamentario al Partido Popular (PP) en la última legislatura de mayoría absoluta y en su incapacidad de conectar con el segmento juvenil del electorado.
Los dirigentes nacionalistas consideran que la victoria del PSOE les ha librado "de la mochila cargada de piedras del apoyo al PP" y otorga a CiU más independencia parlamentaria para administrar políticamente sus diez escaños. "Con un Gobierno del PP nos hubiera resultado más difícil de cara a nuestro electorado", agregan las mismas fuentes.
El reforzamiento del perfil nacionalista que se plasmará en las ponencias congresuales vendrá precedido por una ofensiva parlamentaria en Cataluña para abanderar la reforma del Estatuto. Convergència quiere elevar al máximo el autogobierno catalán. Con ello, CiU pretende por un lado competir con Esquerra Republicana y, al tiempo, ponerla "contra las cuerdas" e intentar crear divisiones en el tripartito. Artur Mas quiere abrir cauces de diálogo con ERC pero también advirtió a sus dirigentes de que CiU será "ambiciosa y valiente en la reforma estatutaria".
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