López: "El PSE es el interlocutor obligado del PNV y su alternativa natural"

Ni con el PP, ni con el PNV. Los socialistas vascos, con su reforzado líder al frente, Patxi López, quieren seguir ensanchando la "centralidad" lograda en los pasados comicios en Euskadi, en los que el PSE se convirtió en la segunda fuerza, a casi nueve puntos del tercer partido, los populares de Jaime Mayor Oreja.

Tras la reunión ayer en Bilbao de la Ejecutiva, López aseguró que el socialismo vasco será el eje de la política en esta comunidad, primero como "interlocutor obligado del nacionalismo gobernante", pero también como su "alternativa natural". Y reiteró sus palabras de la noche electoral: "No se puede construir nada en Euskadi sin contar con los socialistas".

El líder del PSE, a pocos días de celebrar su segundo año al frente del partido, tras la crisis abierta con la dimisión del anterior secretario general, Nicolás Redondo Terreros, ha salido reforzado en las urnas. Y con él un proyecto constitucionalista que, según remarcó, no tiene nada que ver con el del PP de Mayor Oreja. "No defendemos el mismo proyecto, no leemos ni entendemos la Constitución igual", dijo, al tiempo que advertía a los populares de no caer en la tentación de hacer sumas fáciles asimilando los diputados del PSE, como hizo la víspera el presidente del PP, Carlos Iturgaiz. Los socialistas vascos, cansados de las opas hostiles y del incisivo discurso del PP en campaña contra ellos, volvieron a marcar distancias con los que fueron sus socios en las autonómicas de 2001 cuando el binomio Redondo-Mayor funcionaba a todo gas. Hoy, López tiene un partido cohesionado y al que los electores acaban de situar como referente para liderar la alternativa al PNV.

López defendió otra forma de hacer política también para Euskadi, desde el diálogo institucional. Abogó por la patria de los derechos, frente a la "patria de las banderas milenarias". Y apostó por "definir un proyecto en positivo desde España para Euskadi", con el pleno desarrollo del Estatuto y con una visión de una "España plural y no uniformizada".