Aznar: "Cometí errores de Gobierno y de partido y asumo lo que me toca"

José María Aznar no acudía a ninguna reunión del PP desde que, el 2 de septiembre pasado, cedió todos sus poderes a Mariano Rajoy. Ayer sí fue. Intervino en primer lugar ante el Comité Ejecutivo Nacional y se marchó para no interferir ni en el debate ni en el protagonismo de Rajoy. De su intervención, lo que más le llamó la atención a los populares fue la siguiente frase: "Hemos cometido errores de Gobierno y de partido y yo asumo la parte que me toca".

Nadie pudo conocer a qué errores se refería Aznar, porque el presidente del Gobierno en funciones no los precisó ante sus correligionarios. Aún más, distintos dirigentes del PP daban versiones ligeramente diferentes de la frase de la autocrítica.

Aznar acudió a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional tras la derrota en las urnas para llamar a la "unidad del partido". Le dijo a los suyos que el PP acumula mucho poder institucional y que, desde este momento, "todos deben actuar como un solo bloque en autonomías, ayuntamientos y grupos parlamentarios". Sin fisuras. Y teniendo claro que se acabó la comodidad del poder: "Tenemos que adaptar inmediatamente nuestra mentalidad a las nuevas circunstancias", apuntó un dirigente del PP como frase textual del jefe del Ejecutivo en funciones. "Hemos pasado a la oposición y tenemos que mirar hacia delante", añadió.

Tras la asunción de innombradas responsabilidades, la llamada a la unidad y el aviso de que se acabó el sillón, Aznar reclamó todo el respaldo para Rajoy, el nuevo líder de la oposición. "Yo estoy detrás de Mariano y os pido a todos que le dejéis las manos libres". Es decir, un aviso a navegantes osados por si alguien decidiera caer en la tentación de creerse un mirlo blanco para el futuro del PP. Por último, Aznar enfatizó que el PP debe estar siempre "al servicio de España". Es decir: "El nuevo Gobierno tendrá nuestro apoyo pensando en España y para fortalecer España y no nos tendrá detrás si pretende hacer lo contrario".

Después de Aznar y Rajoy, una treintena de cargos populares tomó la palabra en una reunión a la que no acudió el ministro de Fomento en funciones, Francisco Álvarez Cascos. Sí estuvieron, pero como oyentes, los tres vicesecretarios generales: Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y Javier Arenas. Y hablaron, entre otros, el jefe de campaña, Gabriel Elorriaga, para contar cómo había ido todo, el líder del PP catalán, Josep Piqué, que ha sufrido un fuerte retroceso, y la candidata a la Junta de Andalucía, Teófila Martínez, que ha perdido con estrépito y ha cedido de nuevo la mayoría absoluta al PSOE de Manuel Chaves. Y otros, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, Loyola de Palacio, o Federico Trillo, o Juan José Lucas, o Pilar del Castillo.

Casi todos para apuntarse al mensaje de futuro y de unidad lanzado por Rajoy y Aznar. Uno de las primeras y, según sus compañeros, más brillantes intervenciones para enfatizar ese mensaje de futuro fue la del alcalde Ruiz-Gallardón.

Quien se salió más de esa apuesta colectiva, según sus correligionarios, fue la ministra de Educación en funciones. Argumentó que el "electorado del PSOE es más frágil que el del PP porque se ha apoyado en el aluvión" de votos que llegó por las "circunstancias del final de campaña"; es decir, por los atentados del 11-M. Afirmó que los "valores de coherencia, eficacia y credibilidad" del PP están muy bien considerados por la ciudadanía. Y defendió empezar, desde ya, a preparar todas las elecciones.