El PSOE controlará la Agencia Tributaria y la fiscalía tras el relevo en el Ejecutivo central

Los relevos no llegarán de inmediato. Tardarán todavía alrededor de un mes, porque primero se tiene que constituir el nuevo Parlamento -algo que sucederá a principios de abril- de acuerdo con el reparto de escaños que los ciudadanos determinaron el domingo con sus votos. Después la nueva Cámara tendrá que votar la investidura del nuevo presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, quien entonces podrá designar a los integrantes de su Gobierno. A partir de ese momento se iniciará un proceso de relevo similar al que se produjo en el año 1996, cuando los socialistas perdieron las elecciones generales y dejaron el Gobierno central en manos del PP. Con la diferencia de que si entonces el cambio estaba cantado, en esta ocasión casi nadie se esperaba lo que ha sucedido. El relevo puede llegar a afectar en toda la Comunidad Valenciana a unas 60 o 70 personas, de las que alrededor de una tercera parte ocupa cargos de libre designación.

Más de 30.000 funcionarios dependen en la actualidad de la Administración del Estado en la Comunidad Valenciana. Policías, funcionarios de prisiones, técnicos de carreteras y de tráfico, inspectores y personal administrativo de los diversos departamentos ministerios... La lista de personal que cobra la nómina del Estado es larga. La mayor parte de los puestos dependientes del Ejecutivo central en la Comunidad Valenciana los ocupan funcionarios y, además, se trata de cargos que no pueden ser desempeñados por personal ajeno a la estructura correspondiente.

Pero otros, normalmente los de carácter directivo, son de libre designación y nombramiento directo por parte del Ejecutivo. Entre éstos, el de delegado del Gobierno es sin duda el más visible, pero también son importantes los presidentes de las confederaciones hidrográficas.

El actual delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Cotino, nombrado por el PP, deberá abandonar el palacio del Temple de Valencia, y otro tanto sucederá con los subdelegados de Castellón y Alicante y con el personal eventual de cada una de esas subdelegaciones gubernamentales. Las competencias en materia de seguridad ciudadana son las más relevantes.

También son de libre designación, en este caso por el Ministerio de Medio Ambiente, los presidentes de las confederaciones hidrográficas, que son los organismos responsables de la política hidráulica: desde la administración y control del dominio público hidráulico y el control de los aprovechamientos, hasta el proyecto, la construcción y explotación de las obras hidráulicas. En resumen, el control de un importante presupuesto. En el caso valenciano, el nuevo Gobierno deberá decidir si releva al actual presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, José María González Ortea. Y con la polémica en torno al Plan Hidrológico Nacional (PHN) y la postura contraria de los socialistas al trasvase del Ebro, lo más probable es que lo haga.

También es importante el presupuesto que administran los puertos, aunque en este caso el control está en manos de la Generalitat, que tiene mayoría en el consejo de la Autoridad Portuaria de Valencia, así como en la de Alicante y en la de Castellón. Y en el caso de la Autoridad Portuaria de Valencia -que engloba los puertos de Sagunto y Gandia- el control es importante porque a la actividad habitual se añade todo lo relacionado con la Copa del América y el intento de aprovechar que se tiene que abrir un canal de acceso a la dársena para emprender una nueva ampliación de las instalaciones por el norte. Un proyecto que podrá controlar el nuevo Gobierno socialista a través del correspondiente presupuesto de inversiones.

También dependen del Gobierno, en este caso de forma indirecta, los responsables de los aeropuertos, que son nombrados por el organismo Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), los directores de Correos, los directores provinciales de Tráfico, los responsables de las demarcaciones de Carreteras, cargos directivos de la Seguridad Social y los delegados de la Agencia Tributaria. Finalmente, el relevo en la Fiscalía del Estado también puede comportar cambios en los fiscales valencianos.