Camps mantendrá una posición reivindicativa del Consell frente al Gobierno de Zapatero

Todavía no se habían escrutado los últimos votos cuando el presidente de la Generalitat anunciaba su intención de defender "hasta las últimas consecuencias" los intereses que considera prioritarios para la Comunidad Valenciana: Plan Hidrológico Nacional, AVE y Copa del América. La pérdida de las elecciones y del Gobierno de España por el PP le sirvió a Francisco Camps para presentar su versión más valencianista. La llegada de Zapatero a la Moncloa permite al PP valenciano reeditar la operación que tantos réditos políticos le ofreció a Eduardo Zaplana entre mayo de 1995 y marzo de 1996.

Durante esos escasos meses, que van de la victoria en la Comunidad Valenciana a la de José María Aznar, Eduardo Zaplana desarrolló su teoría sobre "el poder valenciano". Camps quiere seguir esa misma senda, habida cuenta de que es el presidente de la autonomía con más peso político donde gobierna su partido. En ese camino no se encontrará solo. Los representantes de los sectores empresariales se comportaron ayer con exquisita corrección democrática respecto de los resultados del domingo y felicitaron a los socialistas por su victoria; pero a renglón seguido mostraron su interés y su preocupación por las propuestas alternativas del PSOE al Plan Hidrológico. Respecto del AVE y de la Copa del América no se registró una especial inquietud en este sector, que considera que se trata de proyectos consolidados que no pueden ser revisados, como tampoco lo será el trasvase Júcar-Vinalopó.

La diputada socialista Carmen Alborch afirmó ayer que "Zapatero hará lo que esté en su mano para entenderse con [Francisco] Camps", manifestó su deseo de que el AVE sea una realidad en 2007, "pero no debe ser agresivo con el entorno". De la Copa del América dijo estar segura de que el PSOE la apoyará "porque es un proyecto del que están orgullosos los valencianos".

El vuelco político protagonizado por Zapatero tendrá las lógicas repercusiones entre los cargos que representan a la Administración central entre los valencianos. El Delegado del Gobierno, Juan Cotino, y sus subdelegados territoriales en Alicante y Castellón deberán dejar sus puestos. Pero no serán los únicos. Decenas de personas también seguirán su camino. El PSOE podrá designar a los responsables en las confederaciones hidrográficas, en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia o de la Agencia Tributaria y también a los directores de los medios de comunicación públicos de carácter estatal: el centro regional de TVE, la delegación de la agencia Efe y Radio Nacional de España.

Por otra parte, la derrota de Mariano Rajoy abre un periodo de incertidumbre en el seno del PP valenciano donde continúa el enfrentamiento entre los seguidores de Camps y de Zaplana, aunque empiezan a registrarse movimientos a favor del presidente de la Generalitat por parte de algunos que fueron seguidores del todavía ministro. "Fuera del presupuesto hace mucho frío", dijo ayer una fuente cercana a Camps para explicar estos cambios.