_
_
_
_
Reportaje:MATANZA EN MADRID | Las claves de la investigación

Los hilos de la madeja

La policía intenta llegar a la red que se oculta tras la masacre a través de una mochila, unos detonadores, una furgoneta robada, un teléfono móvil y una casete con versos coránicos

La investigación policial sobre la matanza del 11-M se basa en varios hilos que podrían conducir hasta el ovillo terrorista. El grupo que perpetró semejante carnicería ha dejado un rastro que los agentes de la Comisaría General de Información está siguiendo para poder desentrañar quién está detrás de esta acción criminal. Una tarjeta telefónica, un lote de explosivos, unos detonadores, una furgoneta, una casete con versos coránicos y una cinta de vídeo son los elementos a través de los cuales avanzan las pesquisas. Todo eso, junto con una cierta dosis de suerte.

- Una mochila con explosivos. El mismo día de los atentados, la policía descubrió una mochila con 12,2 kilos de dinamita goma 2 fabricada por la Unión de Explosivos Española. Este mortífero equipaje había sido recogido entre los cientos de objetos dispersos hallados en la estación de cercanías del Pozo del Tío Raimundo. El lote fue trasladado a la comisaría del distrito de Vallecas, en la calle de Peña Trevinca, para proceder a su estudio y determinar así a quién pertenecía cada uno de ellos. Poco antes de las ocho de la tarde, sóno una alarma entre el montón de objetos. Un policía localizó de dónde procedía ese estridente sonido y, al hacerlo, comprobó que lo causaba un teléfono móvil guardado en una mochila. Pero, conectado al aparato, había un lote de cartuchos de explosivos. De haber estallado, habría causado una matanza en la comisaría. En vez de que los artificieron hicieran saltar por los aires el artefacto, la policía decidió desactivarlo.

Más información
La policía cree que un marroquí detenido es uno de los autores materiales del 11-M

- Un móvil barato. El teléfono móvil, un barato Triumph, ha sido una pista clave en las pesquisas. Al fallar el mecanismo de este aparato -preparado para actuar como detonador de la bomba al activarse la alarma- este móvil y la tarjeta prepago Movistar con la que iba equipado ha servido como una pista en la investigación. La numeración ha permitido saber que fue comercializado por una empresa mayorista de Alcorcón, que a su vez lo vendió a un comerciante del barrio de Vallecas, quien a su vez lo revendió en octubre pasado a unos indios propietarios de una tienda de decomisos. El Triumph, que se comercializa al módilo precio de 50 euros, fue finalmente adquirido supuestamente por un marroquí a quien la policía liga con la matanza.

- Una furgoneta robada. Sobre las 10.00 del mismo día 11-M, el presidente de la comunidad de vecinos de un inmueble de la calle del Infantado, en Alcalá de Henares, supo que una furgoneta Renault Kangoo, aparcada enfrente del inmueble, le había resultado sospechosa al portero. ¿Por qué? Porque unas tres horas antes había visto bajar de este vehículo a tres individuos embozados, uno de los cuales portaba una mochila al hombro. Así que, sin ser Sherlock Holmes, este vecino empezó a hacerse preguntas: ¿un coche aparcado junto a la estación de ferrocarril? ¿Tres hombres con apariencia de querer ocultar su rostro? ¿Una mochila? ¿No tendría todo esto alguna relación con la horrorosa matanza ocurrida en Madrid? Lo mejor: avisar a la policía.

- Una matrícula sin doblar. La policía comprobó que el vehículo sospechoso figuraba como robado desde el 28 de febrero. Alguien lo había sustraído a la luz del día en una calle próxima a la glorieta de Cuatro Caminos, en Madrid. Pero había un detalle extraño: si esta furgoneta tenía relación con los terroristas - ¿con ETA?- por qué éstos no habían doblado la matrícula. Es un método habitual: colocar en el vehículo robado una matrícula correspondiente a otro de la misma marca y color, pero que no está robado. De esta forma, los terroristas evitan el riesgo de que un policía sospeche de ese vehículo, pida datos a partir de la matrícula y... finalmente acaben detenidos todos sus ocupantes. ¿Por qué esta Renault Kangoo no tenía doblada la matrícula si había sido sustraída por ETA?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

- Siete detonadores y un trozo de explosivo. La policía abrió la furgoneta y -¡sorpresa!- halló en su interior siete detonadores eléctricos Riodets y un trozo de un cartucho de dinamita goma 2. Sin pérdida de tiempo, el vehículo fue llevado a los laboratorios de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. Estos artilugios de cobre -imprescindibles para hacer estalllar un explosivo- llevan impreso un número de serie y otros datos que constituyen una especie de huella dactilar. A través de esos datos, es probable que los investigadores conozcan ya quién adquirió esos detonadores, en qué fecha y con qué finalidad (naturalmente, legal). No en vano, este tipo de material se halla sometido a un estricto control. Sin embargo, los encargados de las pesquisas mantienen un absoluto secreto sobre este hilo de la madeja

- Una casete de iniciación al Corán. Pero la Renault Kangoo guardaba una sorpresa más: una grabación con versos del Corán. Es una especie de lección iniciática para neófitos. "Como el angelus o el padrenuestro para un cristiano", explica un policía. Algo demasiado elemental para un islamista radical. Pero no tanto para alguien recién convertido a una nueva religión. ¿Era una pista falsa? ¿Una treta de ETA para desviar la atención? Una hipótesis demasiado rocambolesca para ser verdad. Así surge la pista del terrorismo islámico y, de paso, un nuevo cabo de la madeja. La policía descubrió en la furgoneta supuestamente utilizada por los terroristas decenas de huellas dactilares, tanto en el cápó del vehículo como en una de las llantas. Pueden ser de cualquiera ajeno a los hechos. Pero es probable que los investigadores también hayan encontrado alguna huella en un espejo o en el salpicadero del automóvil, en cuyo caso está claro que ese indicio tiene mucho mayor valor. Sin embargo, la Comisaría General de Información guarda silencio.

- Una cinta de vídeo. A media tarde del pasado sábado, un comunicante anónimo -voz joven, hablando en español con acento árabe- telefoneó a la centralita de Telemadrid para informar de la existencia de una cinta de video depositada en una papelera próxima a la mezquita y al tanatorio de la M-30. La grabación fue recogida por la policía en el lugar indicado por el comunicante desconocido. Un supuesto portavoz militar de Al Qaeda en Europa, un tal Abu Dujan al Afgani, reivindica la matanza del 11-M y afirma que esta es la respuesta a la colaboración española "con los criminales Bush y sus aliados" en la guerra de Irak. El supuesto portavoz militar de Al Qaeda en Europa es un perfecto desconocido para los servicios de inteligencia, según el ministro del Interior, Ángel Acebes. ¿Tiene fundamento esta reivindicación? Los investigadores no ocultan sus reservas, pero tampoco se atraven a afirmar que el vídeo sea una patraña de un perturbado. De momento, cautela.

- Cinco detenidos. Y, por último, tres individuos de nacionalidad marroquí y dos indios fueron detenidos el pasado sábado por su supuesta relación con la red de apoyo a la organización que perpetró la matanza del 11-M. La pista del terrorismo árabe cobra fuerza. Decae la hipótesis de ETA.

Decenas de madrileños han depositado velas rojas en la cúpula de acceso a la estación de Atocha tras los atentados del 11-M.
Decenas de madrileños han depositado velas rojas en la cúpula de acceso a la estación de Atocha tras los atentados del 11-M.MIGUEL GENER

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_