Un policía mata a tiros a un hombre tras una discusión sobre los atentados
La víctima se negó a poner un cartel contra ETA en su tienda de Pamplona
Un agente del Cuerpo Nacional de Policía mató ayer al propietario de una panadería del barrio de San Juan, en Pamplona, disparándole cuatro tiros con su arma reglamentaria. La víctima había mantenido instantes antes una fuerte discusión con la esposa del agresor. Un hijo del policía quedó igualmente detenido, aunque se desconoce la razón de su arresto. Sobre las 13.45, Ángel Berroeta, de 61 años, propietario de la panadería San Juan, discutió con la esposa del agente, quien pretendía colocar en el establecimiento, ubicado en el número 18 de la calle Martín Azpilicueta, un cartel con la inscripción "No al terrorismo, ETA no". La negativa del propietario derivó en una fuerte discusión sobre la autoría de la matanza de Madrid.
La mujer y el panadero se conocían. Ella reside con su marido y los dos hijos de la pareja en el piso 1º C del portal número 18 de la misma calle, contiguo al establecimiento.
Según los testigos, la mujer, hija de un militar, abandonó la panadería, subió a su casa y regresó instantes después al local en compañía de su marido. Fue entonces cuando el agresor descerrajó presuntamente cuatro tiros al panadero, quien quedó tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre. Tras dos disparos iniciales en el pecho y la cabeza, el policía le disparó, ya en el suelo, otros dos tiros que le alcanzaron en la cadera y una nalga. Alertados por las detonaciones, vecinos y transeúntes se acercaron hasta el lugar y pudieron ver cómo el agente y su esposa entraban en el portal.
El agresor, quien ayer se encontraba fuera de servicio, telefoneó personalmente sobre las 14.00 a la Jefatura Superior de Policía desde su domicilio informando de lo que acababa de hacer. Una patrulla le detuvo poco después en su propia casa. El agente, apellidado De la Peña y de unos 50 años, según sus vecinos, quedó inmediatamente suspendido en sus funciones. El Gobierno navarro condenó oficialmente la muerte del panadero.
A primera hora de la tarde fue también detenido el hijo mayor del agente. La Delegación del Gobierno no ofreció información sobre esta segunda detención, ni dato alguno sobre la identidad del autor de los disparos. Las asistencias médicas lograron trasladar a Ángel Berroeta aún con vida al Hospital de Navarra, donde falleció a las 14.38, veinte minutos después de su ingreso en el servicio de urgencias.
Violencia callejera
La víctima era una persona muy conocida en el barrio de San Juan, en el que residía. Ángel Berroeta era padre de cuatro hijos, dos de los cuales fueron detenidos en enero de 1997 acusados de haber participado en actos de violencia callejera. Uno de ellos, menor de edad, quedó en libertad bajo fianza, mientras la policía imputó a su hermano la pertenencia a un grupo Y de apoyo a ETA que había causado daños materiales por valor de casi dos millones de euros. Permaneció un mes en la cárcel, de la que salió en libertad tras pagar una fianza.
Berroeta no pertenecía a ningún partido, aunque tras la detención de sus hijos se sumó a Gurasoak, el colectivo de padres con hijos vinculados al terrorismo callejero. Su esposa padeció fuertes depresiones tras las detenciones.
Según diversos testimonios recogidos ayer, Ángel y la esposa del agente policial no se llevaban bien. La mujer no compraba nunca en esa panadería, sino en otra situada enfrente. Simpatizantes de Batasuna colocaron una ikurriña con crespón negro en la panadería y corearon gritos contra la policía. Se registraron diversos incidentes y varias personas resultaron heridas. Ya por la tarde, la policía disolvió una manifestación de duelo de varios cientos de personas que pretendía llegar hasta la panadería.
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