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Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un guión clásico que subraya la historia

PARADOR DE MONFORTE DE LEMOS, monasterio del siglo XVII en la Ribeira Sacra

Suma y sigue. La red de paradores sigue acumulando méritos tras la reapertura, el pasado 1 de marzo, de otro relicario en la capital de la Ribeira Sacra gallega. En este año marcado por el Xacobeo 2004, el monasterio benedictino de San Vicente do Pino, obra del siglo XVII,

brilla como una patena en la zona alta de Monforte de Lemos gracias a la intervención del arquitecto Patricio Germán y la decoradora Isabel López Quesada, cuyo respeto por el carácter monumental del edificio les ha impedido salirse de un guión ya clásico en los paradores. Ninguna nota desafina, nada queda fuera de lugar. Sin riesgos aparentes, la composición visual rebosa elegancia y sobriedad, equilibrio y cierto regusto por la penumbra en derredor del claustro, que permanece gran parte de la noche con la mitad de los reflectores apagados.

PARADOR DE MONFORTE DE LEMOS

Categoría oficial: 4 estrellas. Dirección: plaza de Luis de Góngora y Argote, s/n. Monforte de Lemos (Lugo). Teléfono 982 41 84 84. Fax 982 41 84 95. Central de reservas 915 16 66 66. Internet: www.parador.es. Instalaciones: garaje, piscina, gimnasio, salón de estar, bar, restaurante. Habitaciones: 46 dobles y 4 'suites'; todas con baño, calefacción, aire acondicionado, teléfono, minibar y secador de pelo. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite perros. Precios: temporada alta, 113,90 euros + 7% IVA; temporada baja, 97,10 euros + 7% IVA; desayuno, 9,40 euros + 7% IVA. Tarjetas de crédito: Diners Club, Master Card, Visa.

Arquitectura ... 8

Decoración ... 8

Estado de conservación ... 9

Confortabilidad habitaciones ... 8

Aseos ... 6

Ambiente ... 8

Desayuno ... 6

Atención ... 8

Tranquilidad ... 8

Instalaciones ... 8

Dos columnas de orden dórico y una hornacina con la talla de san Benito enmarcan la fachada. Bajo un artesonado neoclásico se extiende el vestíbulo, anticipo estético de lo que serán luego los salones y los corredores, las escaleras y los rellanos, exornados de óleos conventuales, bajorrelieves, urnas cinerarias, bargueños del siglo XVIII, grabados micológicos y diversas artesanías procedentes de la población vecina de Gundivós. Los techos han sido remodelados a guisa de artesas invertidas, y los suelos, alfombrados de lana con cenefas toscanas, de traza geométrica y colores vivos. Algunas tablas de artistas españoles contemporáneos alivian el rigor impuesto por la catalogación histórica del parador.

Cuartos bien abrigados

Los dormitorios giran en torno al claustro de San Vicente, acristalado en sus dos plantas inferiores para mayor confort de la clientela, que ahora lo puede utilizar como salón de estar y también mirar. En su mayoría amplios y bien abrigados, ofrecen vistas inolvidables de la ciudad y el conjunto arquitectónico a su alrededor, formado por la iglesia benedictina y el palacio de los Condes de Lemos, que conserva en su fachada los blasones de las familias Castro, Osorio y Enríquez.

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Algunos cuartos reciben un nombre que hace referencia alegórica a quienes los habitaron, como el Cardenal Rodrigo de Castro, con un salón anexo; el Abad Espasando, cuyo balcón corona la entrada principal; o San Benito, bajo la figura del santo. Un silencio beatífico se vive aquí a todas horas, enfatizado por el monumental grosor de los muros, a prueba de obuses.

Definido por el responsable de I+D de la cadena, Emilio Gómez Calcerrada, como un "parador inteligente", es reseñable por las mañanas el tránsito robotizado de un carrito multifuncional de limpieza que va implantando adhesivos en el teléfono, el secador y el mando de televisión como garantía de esterilización para el huésped. Lástima que la temperatura de la ducha fluctúe incesantemente y tanta tecnología no sirva para evitarlo.

El nuevo parador de Monforte de Lemos ocupa un edificio del siglo XVII en la localidad lucense.
El nuevo parador de Monforte de Lemos ocupa un edificio del siglo XVII en la localidad lucense.FERNANDO GALLARDO

ALREDEDORES

CITADA POR Plinio y Estrabón, la localidad lucense de Monforte de Lemos está ligada desde la Edad Media a los poderosos condes de Lemos. Los restos del pazo en que señoreaban pueden verse como parte del conjunto monumental de San Vicente do Pino, que incluye también el monasterio hoy transformado en parador. Por la carretera hacia Sober se accede al cañón que forma el río Sil en las inmediaciones de Monforte. El paisaje es biótopo de aves rapaces como el águila real, que anida en las rocas de la entalladura. El arte románico tiene presencia notoria en Pantón, Sober, O Saviñao, Chantada y otros pueblos del valle de Lemos. Más información: www.concellodemonforte.com.

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