Los yacimientos, a salvo
El ministerio acepta modificar el trazado de la M-50 para conservar 2.600 pozos de sílex
La rica herencia minera del Neolítico madrileño, depositada por nuestros antepasados prehistóricos en el subsuelo de Vicálvaro, puede persistir. El sílex que ellos extrajeron de miles de pozos de una vasta zona allí enclavada podrá servir a arqueólogos de todo el mundo para explicar muchos enigmas que permanecen indescifrados sobre las tecnologías mineras de aquella época, que data de hace unos 7.500 años.
Este parece ser el propósito del Ministerio de Fomento que, a través de su Dirección General de Carreteras, se aviene a permitir "el ajuste del trazado y la sección de la excavación prevista para la vía de circunvalación M-50", que cruzaría, precisamente, por la zona. Y ello con miras a preservar la continuidad de la investigación de los yacimientos arqueológicos descubiertos en el predio Casa Montero de Vicálvaro (Ver EL PAÍS de 7 de marzo de 2004).
Tal decisión, previa a la de la plena conservación de las minas, fue acordada al comienzo de esta semana por el titular de la Dirección General de Carreteras, Antonio Alonso Burgos, y por Javier Hernández, responsable de la Dirección de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
La Dirección General de Carreteras señala que su avenencia se atiene a la declaración de impacto ambiental de la M-50 previa al comienzo de las obras. En virtud de ella "se realizaron trabajos de prospección arqueológica en todos los terrenos que se verían afectados [por la M-50]". Dentro de tales prospecciones fueron localizadas las minas desde las que se extraía sílex de gran pureza.
Según fuentes facultativas, el equipo de arqueólogos que realizó el descubrimiento, contratado al efecto por Fomento, ha estado formado por hasta 70 profesionales. Su dirección ha correspondido a Susana Consuegra, que posee gran ascendiente profesional, según medios arqueológicos locales consultados al respecto. Belén Martínez, de la Comunidad de Madrid, coordinó los trabajos. Los yacimientos de Casa Montero fueron detectados en verano del pasado año. Formado el correspondiente equipo investigador, ha sido analizada una superficie rectangular de una extensión aproximada de 7.000 metros cuadrados. En su seno fueron horadados hasta 2.600 pozos de extracción de sílex.
Los pozos son de dos tipos: unos, de un metro de anchura y una profundidad de hasta ocho metros, y los otros, perforaciones auxiliares de menor hondura, para coadyuvar a la extracción del carbonato de sílice. El sílex, de gran versatilidad tecnológica, se empleaba para elaborar utensilios por la facilidad de su labra. Con ellos, los hombres del Neolítico construyeron hoces, cuchillos y puntas de flechas imprescindibles para el desarrollo de comunidades sedentarias.
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