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MATANZA EN MADRID

Barcelona quedó ayer muda y paralizada a mediodía

Los ciudadanos salieron a la calle en silencio y el tráfico se detuvo durante 15 minutos

Unos minutos antes del mediodía, las calles de Barcelona empezaron ayer a llenarse de gente silenciosa que salía de los portales y las tiendas, de sus trabajos, y se plantaban impávidos y mudos. En el centro de la ciudad las grandes arterias del Eixample fueron ocupadas poco a poco hasta que el tráfico se detuvo. Barcelona quedó paralizada durante un cuarto de hora hasta que empezaron a sonar los aplausos. Fue el prólogo de la manifestación de la tarde.

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Banderas blancas y senyeras con crespones negros. Las calles de Barcelona expresaron ayer su rechazo al terrorismo en ventanas y balcones. Sant Martí, Sants-Montjuïc, Ciutat Vella, Eixample y Gràcia fueron algunos de los distritos que evidenciaron su protesta pacífica. A título individual, los lazos negros también asomaron en no pocas solapas de abrigos. Incluso hubo algún motorista que colocó un crespón negro en el paravientos de su vehículo.

La ciudad entera se paralizó a las doce de la mañana durante un cuarto de hora. Estudiantes y cientos de trabajadores cortaron la avenida Diagonal, donde también los autobuses permanecían parados, como en el resto de la ciudad. Todo el eje comercial del Eixample se paralizó. Colegios, oficinistas, funcionarios, comerciantes, la mayoría de los vehículos. El paro fue secundado por la gran mayoría de la población barcelonesa. Algunos en plazas, otros saliendo a la calle y cerrando los comercios. Otros en los paseos. Los 15 minutos de silencio concluyeron en no pocas concentraciones con aplausos.

Muchos comercios colocaron lazos negros en los escaparates, de distintos tamaños y más o menos elaborados. Una galería de arte, por ejemplo, recorrió a lo que tenía a mano y colgó una bufanda negra del caballete que sostenía un cuadro en el escaparate. Más madrugadores, los quioscos de prensa también exhibieron mensajes de repulsa y desde primera hora se convirtieron en lugares de debate ante el horror que mostraban prácticamente todas las portadas de los periódicos.

Las escuelas trataron los atentados de Madrid en las clases y -como ya ocurrió hace un año, en vísperas del inicio de la guerra de Irak- colocaron pancartas rechazando la violencia.

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Por la tarde, también los comercios se sumaron a la manifestación. A instancias de la Confederación de Comercio y el Consejo de Gremios de Comercio, muchos cerraron a partir de las siete de la tarde. Lo mismo hicieron todas las salas de cine de Cataluña, que suspendieron las sesiones programadas entre las 18.30 y las 21.00 horas.

Cierre del comercio

En Barcelona, unas 9.000 tiendas cerraron sus puertas a partir de las 18.00 horas, informó Joan Mateu, portavoz de los 17 ejes comerciales de la ciudad. El cierre fue total en el centro de la ciudad, pero no sólo afectó al Eixample, sino a las zonas de Sant Antoni y el Barri Gòtic. "La respuesta ha sido masiva. Se ha tratado de una reacción espontánea", dijo el portavoz de los comerciantes.

Numerosos comercios lucían en sus puertas crespones negros en señal de duelo por la matanza de Madrid. En algunas ventanas de viviendas y oficinas se veían senyeres y banderas españolas con crespones negros. Incluso el Salón Alimentaria 2004, uno de los actos más importantes de la Fira de Barcelona, avanzó su cierre a las 16.00 horas para facilitar la asistencia a las manifestaciones y suspendió la conferencia de prensa convocada para presentar los resultados de la 15ª edición del certamen, "en atención a la prioridad de los medios de comunicación" y "en solidaridad con las víctimas".

Los trabajadores del centro comercial de Hipercor, de Barcelona, también salieron a la calle a manifestarse en silencio en contra de los atentados. Ante la puerta del establecimiento, que hace 17 años sufrió un atentado de ETA, se concentraron durante 15 minutos algunos clientes y vecinos de esta zona para expresar su condena por el brutal atentado de Madrid. El de Hipercor, ocurrido el 19 de junio de 1987 y en el que fallecieron 21 personas, era hasta el jueves la acción terrorista que más muertos había causado en España.

También los reclusos y los trabajadores de los diferentes centros penitenciarios de Cataluña se concentraron a mediodía de forma espontánea, en algunos casos en el patio de las prisiones, para mostrar su repulsa por los atentados de Madrid, indicaron fuentes del Departamento de Justicia de la Generalitat.

Los obispos de las diócesis catalanas y la Unión de Religiosos de Cataluña anunciaron que participarían en las manifestaciones de la tarde. La Iglesia catalana indicó en un comunicado que los prelados asistirían a las manifestaciones. Los obispos pidieron a sus diocesanos que recen "insistentemente" por las víctimas de Madrid y para lograr una "verdadera convivencia pacífica entre las personas y los pueblos". Se han previsto celebraciones eucarísticas en sufragio de las víctimas.

La Unión de Religiosos de Cataluña también se sumó a las iniciativas y manifestaciones convocadas contra los atentados y ha reafirmado en un comunicado su "compromiso para trabajar por la paz". Los religiosos reclamaron a las instituciones, gobernantes y partidos políticos que mantengan la serenidad y actúen con responsabilidad y firmeza para luchar contra el terrorismo y la violencia.

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