El sueño de Lula

Es poco lo que en España sabemos de Brasil, más allá de los tópicos de siempre. Ahora, gracias fundamentalmente al triunfo electoral de Lula y a su gestión de gobierno del último año, hemos podido aprender algo más de ese país grande, apasionante y mágico. De él se puede decir que es tan grande como un continente y posee numerosos contrastes e impresionantes desigualdades y que también es posible ver cómo coexisten los ricos más ricos con los pobres más pobres separados por escasos metros de distancia o no encontrar prácticamente a ningún ser humano vivo en kilómetros y kilómetros. Precisamente a este Brasil de las desigualdades y de los contrastes, que aun siendo trágicamente verdadero es el que más se aproxima a los tópicos, viajaron Ana Tortajada y Natza Farré. Querían, y lo consiguieron, darnos una visión del "Brasil de Lula" y de su sueño de construir un nuevo país a través de un patchwork claramente impresionista. En este sentido, no se puede sino agradecer la honestidad de las autoras (narradoras alternas y simultáneas) que desde el inicio ponen sobre la mesa sus cartas. Ellas, que prácticamente lo desconocían casi todo sobre Brasil y los brasileños, fueron a ver el país de Lula, el país de los movimientos sociales, de los campesinos sin tierra, de los desclasados y los postergados, de los niños de la calle, de los sindicalistas y los militantes y simpatizantes del hoy oficialista PT, como Frei Betto o Pere Casaldàliga. Esto implica, claro está, dejar de lado el otro Brasil, el de sus poderosas y potentes élites económicas y culturales, el de la pujanza empresarial, el de la exitosa agricultura industrial, el de los múltiples partidos políticos, el de los importantes cambios ocurridos en los ocho años de gobierno Cardoso, en definitiva, el verdadero gigante de América del Sur. De ahí, que uno de los objetivos del libro sea el de tratar de ver si Lula será capaz de gobernar y responder simultáneamente a todos los desafíos sociales que tiene sobre la mesa y si, en ese intento, podrá lidiar con el ala más radical de su partido.

De alguna manera esta disección social de Tortajada y Farré es similar a la que, al menos retórica e históricamente, hizo el propio Lula en los cinco discursos recogidos en la otra obra aquí comentada y que van desde su triunfo electoral (octubre de 2002) a los primeros seis meses de gobierno (junio de 2003). El punto de partida de Lula era muy claro: había que distanciarse claramente de la obra de su predecesor Fernando Henrique Cardoso, la encarnación del mal bajo y del "neoliberalismo" para poder hacer verdad el sueño de una sociedad nueva y más solidaria. Según los discursos de Lula, Brasil, al elegirlo como presidente, votó por el cambio, tras vencer al miedo y, por eso, "el pueblo brasileño sabe... que lo que se deshizo o no se hizo a lo largo de la década pasada no puede resolverse con trucos mágicos". Sin embargo, al poco de llegar al Gobierno, el gran y complejo país se terminó imponiendo sobre los sueños más urgentes y fue necesario impulsar algunas reformas (tributaria y del sistema de jubilaciones), que acaba de aprobar el Parlamento, clave para el desarrollo económico y social. En esencia, estas reformas son las mismas que impulsaba el "neoliberal" Cardoso y que con tanto énfasis el PT se negó a aprobar en su momento. Más allá de los justos sueños de Lula, Brasil es un país mucho más complejo que el conformado únicamente por los amigos y aliados del presidente, aunque con estos libros en el morral se pueda iniciar el camino para su mejor conocimiento.

Tengo un sueño. Cinco propuestas para cambiar la historia. Luiz Inácio Lula da Silva. Prólogo de Francesc Escribano. Península. Barcelona, 2003. 91 páginas. 9,62 euros.