Huellas del horror

Los Pagaza, de Maite Pagazaurtundua, es un libro que se lee de un tirón por su fuerza y su carga emotiva. En el centro de la historia figura Joseba Pagazaurtundua, jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa), asesinado por ETA hace un año, y del que su hermana, Maite, cuenta todas las vicisitudes que precedieron a su final. Su regreso forzado por la dirección de la Ertzaintza, tras la declaración de tregua de ETA, de Laguardia (Álava) a Andoain, donde su vida corría peligro por estar amenazado reiteradamente por la banda; sus cartas al consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, advirtiéndole de esos peligros, y la respuesta indiferente de los políticos nacionalistas del Ejecutivo vasco a los que Maite denomina "políticos de hielo".

Pero el libro es más que el relato del calvario y muerte de Joseba. Ofrece una panorámica sociopolítica de la Guipúzcoa de los años sesenta y setenta, a través de la familia Pagaza. Maite nos presenta a una familia media guipuzcoana, mestiza, de orígenes vascos y castellanos, participante en la fuerte irrupción de la cultura vasca y el compromiso político antifranquista a comienzos de los setenta, radicada, además, en dos municipios emblemáticos, Rentería y Hernani. Y su perplejidad ante el horror que terminará ofreciendo ETA. Maite, a través de un hilo conductor que de modo sutil atraviesa el libro, encuentra una explicación a tanto horror: el pensamiento que ha envenenado a algunos nacionalistas vascos.