Madrid, capital del dolor

Madrid ha sido uno de los objetivos preferentes de ETA a lo largo de su sanguinaria historia. Los jefes de la banda la han elegido por la mayor proyección pública, incluso a nivel internacional, que tiene cualquier acción terrorista en la capital del Estado. Por eso, la reconstitución del llamado comando Madrid cada vez que ha sido desarticulado ha sido uno de los objetivos prioritarios de la banda. Además, al contrario de lo que sucede en el País Vasco, donde los etarras han utilizado preferentemente el disparo en la nuca, en Madrid han recurrido a métodos más indiscriminados y con menor riesgo para sus autores, lo que ha provocado mayor número de bajas civiles.

Hasta la cadena de atentados de ayer contra los trenes de cercanías, la lista de muertos a manos de ETA en Madrid se elevaba 121. Una cifra que, en 30 años de historia de la banda terrorista, sólo supera el propio País Vasco, con 547. A gran distancia le siguen Cataluña, con 55 víctimas mortales, y Navarra, con 40. Entre los atentados más sangrientos cometidos en la capital figuran los de la calle del Correo, en 1974, con 14 muertos; el de la Plaza de la República Dominicana, de 1986, con 12; el de la Calle López de Hoyos, en 1993, con siete; o el de Vallecas, con seis, en 1995, todos ellos obra de la organización terrorista ETA. Madrid también fue escenario del principal atentado cometido en España por grupos islámicos: el del Restaurante El Descanso, con 18 muertos y 82 heridos, en 1985.