Mueren tres niños en el incendio de una vivienda en un pueblo de Lleida

Tres niños, dos hermanos y un primo, de edades comprendidas entre los tres y los ocho años, resultaron muertos la pasada noche a consecuencia de un incendio que se declaró en la vivienda que ocupaban, en el barrio antiguo de Balaguer (Lleida). Según fuentes oficiosas, las víctimas se encontraban solas en casa, aunque otras versiones señalan que estaban con sus padres. Según los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y los Mossos d'Esquadra, el incendio se inició en torno a las 20.30, y las causas están todavía por determinar.

Los datos y las circunstancias desencadenantes del siniestro eran ayer, avanzada la madrugada, muy confusos, puesto que hasta pasadas las doce de la noche los cadáveres de los niños no pudieron ser rescatados, dado que las dotaciones de los Bomberos de la Generalitat tuvieron que adoptar medidas especiales de protección por el grave riesgo de derrumbe que presentaba la casa. Los cadáveres de los niños fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Lleida.

Un portavoz de los Mossos d'Esquadra informó que hasta hoy no se facilitarán las identidades de los fallecidos y las posibles causas del origen del siniestro.

Casas viejas

El fuego se propagó con gran rapidez por las condiciones de construcción del barrio, formado por casas muy antiguas con vigas de madera y en estado precario. La vivienda, situada en el número 34 de la calle Torrent, estaba ocupada por una familia numerosa de cinco hijos, uno de ellos recién nacido. Dos de las víctimas estaban en una habitación del segundo piso, y la tercera, en la sala de la televisión. Se barajan las hipótesis de que el fuego se inició en una estufa de leña o en la misma televisión, o incluso de que hubiese sido causado por la explosión de una bombona de gas butano. Los bomberos creen que el fuego se inició en el primer piso y se propagó con gran rapidez hacia el resto de la casa.

Para facilitar las tareas de extinción, en las que participaron seis dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, se desalojaron los cinco inmuebles contiguos a la vivienda siniestrada, que no resultaron afectados por el fuego gracias a la rápida intervención de los agentes de los bomberos, cuya base se encuentra a tan sólo tres minutos del lugar donde se desencadenó el fuego.

El alcalde de Balaguer, el socialista Miquel Aguilar, lamentó que pese a la rápida intervención no se hubiera podido evitar la tragedia. También el delegado de la Generalitat en Lleida, Jaume Gilabert, destacó la rapidez de la actuación de los bomberos, que impidió que el fuego se propagara a las vecinas casas, todas ellas habitadas.

La calle Torrent forma parte del casco antiguo de Balaguer, población de 13.000 habitantes capital de la comarca de La Noguera. El barrio está incluido en el plan de choque de la Generalitat aprobado ayer mismo para rehabilitar un total de 40 barrios deprimidos repartidos por toda Cataluña para sacarlos de la miseria.

El barrio donde ocurrió el siniestro está poblado mayoritariamente por familias humildes, de origen inmigrante y de etnia gitana.

Un equipo de psicólogos de la Cruz Roja fue requerido para prestar su ayuda a los familiares. El incendio causó gran conmoción en el barrio. Numerosos vecinos se congregaron a última hora de la noche en el lugar del suceso y protagonizaron escenas de dolor que en algún momento derivaron en tensión hacia los numerosos informadores que cubrían la tragedia.