Zaplana asegura a los pensionistas de Carcaixent que tiene fuerza y ganas para seguir en el Gobierno
El ministro explica al auditorio que no lo ha hecho mal como presidente de la Generalitat
Eduardo Zaplana pidió ayer el voto a unos 350 pensionistas y jubilados de Carcaixent y les aseguró además que tiene "fuerzas y ganas para seguir" en el Ejecutivo. Antes les explicó pormenorizadamente las enormes diferencias existentes entre la etapa socialista y la popular en materia de pensiones y prestaciones sociales. Pero les avisó que por "respeto y consideración" no iba a utilizar un tono "mitinero" en su intervención de media hora. Zaplana se presentó "humildemente" con sus "virtudes y defectos", pero advirtió: "No lo he hecho mal como presidente de la Generalitat ni como ministro".
Con 75 minutos de retraso llegó el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales al Centro Integral de Mayores, que había inaugurado unos meses antes la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, quien previamente le preparó el terreno, aunque la falta de sincronización hizo que Zaplana repitiera alguna de sus consideraciones. Por ejemplo, que "no había ni un duro en la caja de la Seguridad Social" en el año 1996, cuando José María Aznar fue elegido presidente del Gobierno. Y que la Comunidad Valenciana es una de las regiones más prósperas de la Unión Europea, como lo demuestra el hecho, según Zaplana, de que "nos elogian desde otros países".
Los pensionistas que ocuparon sus asientos de plástico o madera, hacia las cinco de la tarde, fueron entretenidos con la música que emitía un piano eléctrico y con el reparto de bolígrafos para los hombres y velas perfumadas para las mujeres que lucían el anagrama del PP. Escucharon con atención las reflexiones de Zaplana, aunque sus reacciones y aplausos fueron bastante más comedidos que los que le obsequiaron el pasado domingo en Alzira medio millar de mujeres de edad madura.
El candidato popular por Valencia les desgranó una por una todas las ventajas, rebajas y beneficios que les reportará si eligen "la gaviota" el próximo 14-M, en lugar de "la rosa socialistas y su ZP". Dijo que la reforma del IRPF que promete Mariano Rajoy propiciará que siete de los ocho millones de jubilados censados actualmente "no paguen impuestos", oferta que arrancó los aplausos del auditorio. En cambio, no reaccionaron ante la propuesta de incrementar en un 40% la pensión a aquellos trabajadores que decidan prolongar su actividad profesional hasta los 70 años.
Consciente de que llevaban dos horas ya sentados en las sillas del pequeño salón y algunos apoyados en sus bastones, Zaplana hizo un inciso en su detallada explicativa y les dijo: "No les quiero cansar mucho". A continuación insistió en los logros de su partido: "Hemos mejorado", "estamos más tranquilos", "estoy convencido de que se ha producido un avance sustancial" y "estamos en el buen camino". Si bien reconoció que "queda mucho por hacer", dejó bien claro que lo habían conseguido a pulso: "Nos hemos dejado la piel", sentenció el ministro.
Plenamente identificado con la composición del auditorio, es aspirante a diputado subrayó que la resolución de los problemas de la tercera edad "es el gran reto de los países más avanzados". Conminó a los jóvenes a que "tengan más hijos" para poder hacer frente a las problemáticas que generan el envejecimiento de la población. Y no se olvidó de hacerles algunas reflexiones en clave estrictamente política: "Es malo para el país un gobierno de coalición", dijo primero y luego requirió su "muy necesario" apoyo para el PP: "O sacamos mayoría o se juntan todos para que no ganemos nosotros".
Para disipar cualquier duda sobre sus futuras intenciones, avanzó a los pensionistas de Carcaixent: "Tengo fuerzas y ganas para seguir", aunque no concretó el cargo que le apetecería ostentar en el nuevo Gobierno.
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