El Mallorca dura un cuarto de hora
Luis García se sobra en un Barcelona embalado para abatir a un rival menor
De un tiempo a esta parte, al Barcelona todo le sale a pedir de boca y el Mallorca no da pie con bola, de modo que al cuarto de hora el encuentro entre ambos ya estaba resuelto, aunque el marcador abone una lectura contraria, para nada acorde con el grueso del partido. La tarde se puso tan dulce que hasta Van Bronckhorst, en otro tiempo ninguneado, salió del estadio ovacionado por la hinchada, un gesto que expresa lo mucho que han cambiado las cosas en el Barça, que se puso tan a gusto que el exceso de confianza le llevó a encajar dos goles a deshora, como ya empieza a ser costumbre, por otra parte. La de ayer fue al fin y al cabo una jornada propicia para los futbolistas periféricos o que no forman parte del espinazo, como Van Bronckhorst y, sobre todo, Luis García, que está que se sale en las fiestas de guardar y también en jornadas laborales como se apreció el jueves ante el Brondby.
BARCELONA 3 - MALLORCA 2
Barcelona: Víctor Valdés; Reiziger, Oleguer, Puyol, Van Bronckhorst (Motta, m. 64) ; Xavi (Iniesta, m. 75), Cocu, Davids; Luis García, Luis Enrique (Quaresma, m. 62) y Ronaldinho.
Mallorca: Miki; Olaizola, Iván, Nadal, Poli (Moya, m.11); Campano (Correa, m. 56), Pereyra (Bruggink, m. 83), Marcos, Finidi; Eto'o y Delibasic.
Goles: 1-0. M. 2. Luis García engancha desde la frontal un gran disparo cruzado a la escuadra.
2-0. M. 13. M. 15. Luis Enrique aprovecha una cesión de Cocu, muy atento en un error de Miki.
3-0. M. 57. Luis García empalma a la escuadra un rechace de Miki, tras un cabezazo de Cocu.
3-1. M. 89. Eto'o supera de vaselina a Víctor Valdés tras un precioso pase de Marcos.
3-2. M. 91. Delibasic, por bajo, a pase de Eto'o.
Árbitro: Turienzo Álvarez. Expulsó al entrenador del Mallorca, Luis Aragonés (m.46). Amonestó a Marcos y Pereyra.
Camp Nou. 71.635 espectadores.
Los azulgrana han alcanzado un punto de juego tan bueno que no hay futbolista que parezca malo y se cuentan sus partidos por victorias con independencia del rival. Abatidos los de mayor envergadura, como el Deportivo y el Valencia, ayer empezó a enfilar los adversarios menores con la visita del Mallorca, que firmó el séptimo triunfo consecutivo barcelonista sin mayor novedad que la expulsión de Luis, que se las tuvo tiesas con el árbitro, más que nada por la concesión del segundo gol local, acción que retrató la desorientación que vive el grupo mallorquín.
Luis, que estaba de muy mal humor por el arbitraje y por el mal camino que lleva su equipo, no encontró la manera de combatir a Rijkaard y tuvo que emplear su maestrazgo en corregir el partido con detalles como los cambios para evitar males mayores. La entrada al campo de Moya en sustitución del renqueante Poli, por ejemplo, resultó determinante para controlar mejor a Luis García, incontenible en el arranque y oportunista en la reanudación. Dinámico, agresivo y perseverante, cada partido deja una actuación que le permite ganarse un cierto rango frente a futbolistas de juego más variable y emocionalmente volubles como Overmars o Quaresma.
Luis García marcó el primer gol y el tercero y estuvo revoltoso en la jugada del segundo, materializado por Luis Enrique. Ausentes Saviola y Kluivert y no convocado Sergio García, Luis García y Luis Enrique se bastaron para expresar la superioridad azulgrana. Los defensas del Mallorca son una bendición para cualquier delantero: fallaron en dos rechaces consecutivos en el 1-0 y el portero concedió el 2-0 al intentar sacar de portería y meterse en una emboscada.
El Mallorca se había vencido nada más salir al campo y ya no se metió en el partido hasta el último tramo, cuando el Barça se destensó y el entrenador experimentaba con vistas a próximos partidos. Jugando con Motta en el lateral izquierdo, sin Xavi y con Luis García renqueante, los azulgrana perdieron el hilo y pasaron un mal rato en el momento en que el árbitro decidió darle un par de minutos de cuerda a la contienda. Equipo interesante cuando presiona arriba, el Barcelona es accesible si baja el pistón, pierde agresividad y no se moviliza. A la que los puntas dejaron de apretar y Davids trabajó un poco menos, los azulgrana se relajarony cedieron los trastos. Los dos goles del Mallorca, al igual que hace una semana los del Deportivo y el que marcó el Brondby el jueves, son un buen aviso para el Barça en su viaje hacia Glasgow y su caza al Deportivo. En los próximos envites se supone que serán necesarias las estrellas, con Ronaldinho a la cabeza, sin menospreciar a los meritorios, con Luis García al frente, protagonistas de los últimos partidos.
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