Luis, del túnel a la grada
Luis Aragonés volvió al Camp Nou, cita que es todo un clásico, y como de costumbre, no pasó desapercibido. Un murmullo le acompañó al inicio del segundo tiempo, mientras buscaba asiento en los mullidos sillones de la zona vip, justo detras del banquillo del Mallorca, adonde se acercó el árbitro en el minuto 15 para enseñarle una tarjeta amarilla por sus protestas tras el gol de Luis Enrique. En el túnel de vestuarios, le había expulsado.
"No ha pasado nada" relativizó el técnino al explicar porque vivió el segundo tiempo sentado entre aficionados trajeados: "Simplemente, le he dicho que ha cometido dos errores en la jugada del segundo gol: Hay falta al portero y fuera de juego de Luis Enrique. Se lo he dicho, pero él ya lo sabía", aseguró sin darle más importancia. Testigos aseguran que separó a Eto'o del colegiado, camino del vestuario y se despachó a gusto. Pero no le culpó de la derrota. "El principal culpable soy yo por no motivar mejor a mi equipo", confesó. Dejó, un mensaje como recuerdo: "El Barça está jugando a tal velocidad que no necesita prebendas".
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