El pianista Jon Urrutia estructura su primer disco en torno al jazz latino

Pasados 13 meses desde su creación, Errabal, subsello jazzista de la discográfica guipuzcoana Gaztelupeko Hotsak, tiene su tercera referencia en la calle. Tras editar canciones de Miren Aranburu Ensemble y Sant Pau 44, ahora pone en circulación el estreno en solitario del pianista Jon Urrutia (Gorliz, 1975).

Home made es el título de ese disco grabado en casa del artista, en compañía de saxofón, contrabajo y batería, y con el complemento ocasional de voz, flauta y percusión. Juntos construyen un disco en que predomina el jazz de ascendencia latina, aunque Urrutia, compositor de los nueve temas, asegura que sus influencias no se reducen a esa corriente: "Yo lo llamaría world jazz, más que jazz latino. Mis influencias abarcan el pop, el rock que practicaba de chaval, la música clásica con la que empecé, y me gusta mucho la música folclórica de todas las culturas. Todo lo que escucho y me gusta intento plasmarlo en mi música".Reconoce que no ha facturado un álbum homogéneo: "Igual le falta una línea directriz, porque enseña las facetas que puedo tener como músico y compositor. Intento mostrar lo que sé hacer".

Admira a colegas como Herbie Hancock, Chick Corea, McCoy Tyner y Danilo Pérez, uno de los profesionales que le dio clases durante su estancia en Boston, ciudad estadounidense en cuyo célebre Berklee College of Music obtuvo la licenciatura en Jazz Performance en 2000. Allí grabó también su primer disco, Bilbao blues, junto a músicos como el saxofonista George Garzone y Oscar Stagnaro, bajista de la banda de Paquito d'Rivera, pero esa colección de canciones aún permanece inédita.

El primer trabajo que llega a las tiendas con su firma es Home made, y tampoco ha resultado sencillo dar con una discográfica dispuesta. "Apuestan poco por el jazz, una música minoritaria, en general poco difundida y que dispone de pocas ayudas y subvenciones públicas", dice. Es consciente de que no le espera un camino de rosas: "En el País Vasco y en España es complicado vivir del jazz, muy poca gente lo puede hacer".