Gas español para el Mediterráneo
Gas Natural se hará con el control del mercado griego y captará 300.000 clientes en Italia
En el mercado europeo del gas ha empezado el baile. Aprovechando la relativa inmovilidad monopolística de empresas como Distrigaz (Bélgica), Gaz de France (Francia) o Italgas, la española Gas Natural emprende el vuelo y lo hace en los mercados de su espacio natural: la cuenca del Mediterráneo.
Gas Natural ya es una empresa más internacional que doméstica: posee tres millones de clientes en España y otros tantos en el exterior, la mayor parte entre varios países latinoamericanos (Argentina, México, Colombia, Bolivia y Puerto Rico) y una pequeña parte en Italia.
La compañía espera tener 300.000 clientes en Italia a finales de este año, y a través de Depa captará un millón de usuarios en Grecia
La gasista apuesta ahora por incrementar su penetración en el mercado italiano, donde la distribución está muy atomizada y donde pretende alcanzar los 300.000 clientes al finalizar 2004. El pasado año ya creó una comercializadora con sede en Milán, además de adquirir el grupo Brancato por 100 millones de euros. Los planes de expansión de la gasista pasan también por irrumpir en Francia mediante la creación de una sociedad comercializadora. Pero, sobre todo, está pendiente de cerrar definitivamente la compra en Grecia del 35% de Depa, una empresa de titularidad pública que controla la mayor parte del mercado griego.
En Italia, el grupo Bracato, que es el primer operador de gas privado de la isla de Sicilia, está formado por tres distribuidoras, una comercializadora de gas y dos empresas de servicios, que están presentes en 73 municipios sicilianos y tres de la región del Abruzzo. Este conglomerado cuenta con 93.000 clientes y tiene un crecimiento potencial de 50.000 nuevos usuarios en los próximos 5 años, lo que ha llevado a Gas Natural a la idea de gestionar el mercado meridional del país transalpino desde la recién creada Gas Natural Distribuzione Italia, SpA, que agrupará las divisiones de Brancato.
En el norte de país, la empresa española ha instalado una segunda plataforma: Gas Natural Vendita, también comercializadora, con la que quiere conseguir una cuota del mercado nacional de entre el 3% y el 4% en 2005. Italia, cuyo mercado gasístico está totalmente liberalizado desde enero de 2003, es uno de los países europeos que pueden significar una mejor oportunidad de expansión. La presencia del gas natural en Italia es cinco veces superior a la de España en número de clientes y cuatro veces superior en volumen, y además está previsto que la demanda continúe creciendo a lo largo de la década actual. El Gobierno italiano prevé pasar de los 74 Bcm (millones de metros cúbicos) del año 2000 a más de 96 Bcm en el año 2010.
Gas Natural Vendita inició su actividad comercial tras descargar en la terminal de GNL situada en la Spezia -golfo de Génova- un buque spot de 24.500 metros cúbicos de gas natural licuado (GNL), destinado a la empresa energética Enel. Esta venta fue la primera operación de GNL entre empresas de dos países de la UE.
Con todo, la principal apuesta de Gas Natural en el Mediterráneo es la compra en Grecia de Depa, de titularidad pública, que exigirá a la empresa española un desembolso de 285 millones de euros. Hace unos días, el consejero delegado del Grupo Gas Natural, Enrique Locutura, y el ministro de Economía de Grecia, Nikos Christodoulakis, firmaron en Atenas un acuerdo para la compra del 35% del capital de Depa, que deberá ser ratificado por el Gobierno de Grecia que salga de las elecciones del próximo día 7 de marzo. Gas Natural resultó finalista de un concurso público convocado en el proceso de privatización de la gasista griega, tras una dura comptencia con empresas europeas como la alemana Rühr Gas.
Depa está participada actualmente en un 65% por el Gobierno de Atenas y en un 35% por Hellenic Petroleum. El 35% que adquirirá Gas Natural sale de la partcipación pública. Depa cuenta con 512 kilómetros de gasoductos de transporte -entre la frontera de Bulgaria y Atenas-, posee 452 ramales secundarios de alta presión y tiene una planta de regasificación en Revithousa. Además, participa mayortitariamente en las tres distribuidoras del país. (Depa Tesalia, Depa Tesalónica y Depa Ática), que en conjunto cuentan con un millón de clientes.
Las ventas de Depa, que en la actualidad superan los 2,5 Bcm, se duplicarán en los próximos doce años, según los cáculos de la Administración griega. Los gasoductos de Depa importan básicamente gas de Rusia, pero, dado que esta fuente de suministro es insuficiente, Gas Natural estima que su penetración en el mercado griego le permitirá entrar en el negocio del gas natural licuado importando a gran escala desde Argelia o Libia, tal como hace en el mercado español y aprovechando su situación en el arco mediterráneo.
La ofensiva de Gas Natural tiene una contraparte, aunque de escaso voltaje, lanzada por su vecina Gas de France, que utiliza el puerto de Marsella y el golfo de León para atracar en Barcelona y vender gas licuado en la planta de Enagas. Esta ruta puede acabar teniendo un destinatario final: la eléctrica Endesa, que ya se ha asociado con Gaz de France en el accionariado de la francesa Snet.
Pero, sean cuales sean sus competidores europeos, Gas Natural, controlada accionarialmente por La Caixa (31,2%) y Repsol (26%), lanzará su expansión desde el músculo financiero que le ofrece la venta de Enagas. La gasista estudia cómo seguir vendiendo acciones de Enagas, sociedad en la que está obligada por ley a quedarse sólo con el 5% en tres años, y para ello baraja la posibilidad de una oferta pública de venta (OPV) y también una venta de acciones por bloques. Sus prioridades son su expansión exterior en los negocios del gas licuado y la distribución, y la presencia en el sector eléctrico español, tanto en centrales de generación como en sociedades comercializadoras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.