_
_
_
_
_
Entrevista:VALERI BOGOMÓLOV | Asesor del presidente ruso, Vladímir Putin

"Rusia Unida somos conservadores en una época de crisis"

Pilar Bonet

De nuevo quieren ponerle a Rusia un corsé político de importación. El diseño ahora es alemán. En él, Rusia Unida (RU), el partido de los seguidores de Vladímir Putin, quiere ser la CDU (Democracia Cristiana) y al presidente de Rusia le ha correspondido el papel del canciller Konrad Adenauer tras la II Guerra Mundial, según explica en una entrevista con EL PAÍS Valeri Bogomólov, secretario general del consejo de RU, el partido mayoritario de la Duma (Cámara baja) Estatal de Rusia.

Bogomólov, de 53 años, fue diplomático en la Embajada de la URSS y de Rusia -que celebra elecciones presidenciales el próximo 14 de marzo- en Berlín en el histórico periodo entre 1988 y 1992. A Putin, según cuenta, le conoció en 1993, cuando acompañaba a una delegación de la compañía AEG en San Petersburgo. Bogomólov, que entonces trabajaba para esta empresa alemana, descubrió que el entonces vicealcalde Putin "era germanista como yo".

"La idea socialista en Rusia es muy fuerte, pero no está estructurada"
"A Vladímir Putin le corresponde el papel de Adenauer en la posguerra alemana"

La carrera del ideólogo de RU está unida de forma institucional a Putin y sus paisanos desde 2002, primero como asesor de Serguéi Mirónov, el jefe del Senado, y después, como secretario general del consejo de RU, el partido dirigido por Borís Grizlov. Sus funciones incluyen la estructuración del partido, la fundamentación y control de su ideología, la preparación de cuadros y la "recuperación del respeto por la palabra partido".

"Al iniciarse el mandato de Putin, Rusia podía compararse con Alemania después de la Segunda Guerra Mundial", dice. "La misión de Putin es semejante a la que tenía por aquella época Adenauer y también el general De Gaulle en Francia". Bogomólov cree que para resolver los problemas de Rusia y "dar el salto" se necesita "un partido poderoso de centro-derecha, un partido conservador, ya que, por su naturaleza, los socialistas están más obligados a pensar en subvencionar y gastar que a concentrarse en el avance económico y en la creación de algo nuevo". Cree Bogomólov que, desde 1991, los politólogos han confundido los términos en Rusia, al identificar la derecha con el liberalismo. El liberalismo en Rusia, dice, ha tenido un carácter "bolchevique". "El bolchevismo no fue una tendencia ideológica exclusiva del Partido Comunista de la URSS, sino una forma de actuar y de imponer la ideología a otros. En Rusia, los bolcheviques rojos y los bolcheviques liberales son parientes, y no sólo por sus métodos, sino parientes reales, físicos", señala el ideólogo, que para probar su tesis se refiere a los abuelos comunistas de Yegor Gaidar y Anatoli Chubais, los personajes símbolo de las reformas de los noventa. "Cierta gente tiene hasta una disposición genética a pensar que sólo ellos tienen razón", afirma.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Al igual que la CDU se inspira en valores alemanes tradicionales, RU quiere inspirarse en valores tradicionales rusos, que se encuentran en "la ortodoxia, el islam, el judaísmo y el budismo". En la lista de "valores tradicionales rusos", Bogomólov pone el "patriotismo", "el respeto a la familia y a los ancianos", "la preocupación por las nuevas generaciones" y conceptos como "narodnost" y "sobornost", que equivalen a algo así como "espíritu de comunidad" y que él traduce por "centrismo" y "consolidación". La "libertad", insiste, también está en la lista, y, por supuesto, "el Estado". "El Estado es un elemento muy importante que los liberales rusos ignoran. Putin no se equivoca al defenderlo, porque en Rusia la palabra Estado equivale casi a la palabra sociedad, a diferencia de en Europa, donde la sociedad, a través del concepto de derechos humanos, tiene una aplicación más amplia". "Nuestra sociedad sólo puede existir como tal en forma de Estado". "Cada vez que nuestro Estado se ha mostrado débil, han empezado los conflictos, porque nuestra sociedad no responde al concepto europeo de sociedad civil". dice.

"La verdadera sociedad civil rusa sólo puede formarse con participación activa del poder estatal", afirma. "En época de Borís Yeltsin, Rusia vivió un verdadero caos que no ha llevado a ninguna parte". Concibe Bogomólov a RU como un "instrumento" entre el líder y los electores. "Putin aspira a dejar como herencia una Rusia económicamente fuerte y una sociedad civil que funcione por sí misma gracias a instrumentos como los partidos". Se trata de "un sistema donde haya un partido de centro-derecha, cuyas bases ya están puestas y que es RU. Ahora debe surgir un partido de centro-izquierda", afirma. "La idea socialista en Rusia es muy fuerte, pero no está estructurada. Hay que encontrar un líder del partido de centro-izquierda".

¿Quién debe formar el partido socialdemócrata? "El Estado y sus autoridades", afirma Bogómolov, que esboza incluso un desgajamiento de RU. "Podemos ayudar de diversas formas, activa y pasivamente, incluso podemos delegar a un grupo de organizadores...". Ni el Partido Comunista, "cada vez más marginal", ni Ródina (Patria) pueden asumir esa tarea, opina.

El resto del esquema sería un partido liberal "que generara ideas de mercado" y los bolcheviques "para indicar las úlceras y errores de la sociedad". "De ningún modo se dejaría a bolcheviques y a liberales llegar al poder en solitario. Sólo en coalición con otros. También debe haber un partido ecológico", afirma.

"Nuestro partido tiene sólo dos años, y no todos comprenden cuál es la esencia del conservadurismo y del centro-derecha. Un partido conservador es un partido de derechas como la CDU o la CSU en Alemania". "Para dar el salto, los liberales no sirven, ni en Rusia ni en Alemania ni en Francia, sino que debe haber un partido conservador, capaz de hacer las reformas estructurales en la economía". "Nos consideramos conservadores y no nos identificamos con los conservadores modernos, sino con los conservadores de crisis, con los conservadores de la posguerra en Alemania y Francia". "La experiencia europea indica que los conservadores están ocho años de media en el poder, a veces un poco más, pero nunca menos", asegura.

El ciclo que contempla comienza con unas reformas que hacen bajar el nivel de impuestos. Cuando llega el cansancio y la sociedad pide que se gaste más en asuntos sociales, entonces regresan los socialistas, que "por lo general están una legislatura en el poder, ya que se lo comen todo, porque tienen que incrementar los impuestos". Luego, vuelven los conservadores, y así sucesivamente. Bogomólov fue invitado en febrero a Bruselas por el Partido Popular Europeo y conversó allí con su secretario general, Antonio López-Istúriz. "Nos han invitado a unirnos a ellos como observadores. Vamos a estudiarlo para ver cómo se combina con otros procesos". "Estos chicos", dice refiriéndose al PPE, "nos resultan simpáticos por ser conservadores y tradicionalistas, pero no tanto cuando inician resoluciones contra Rusia en el Consejo de Europa por el problema checheno".

Rusia Unida no es el primer intento de crear un partido de centro en Rusia, pero sí el primero que se identifica "con el centroderecha". "Los 22,5 millones de electores que nos votaron comprendieron este mensaje".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_