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79 candidatos se ofrecen al concurso para presidir la BBC

Un total de 79 personas se han presentado al concurso puesto en marcha por el Gobierno británico para cubrir el puesto de presidente de la BBC, vacante desde finales de enero. El anterior presidente, Gavyn Davies, dimitió al asumir las críticas vertidas contra la corporación por el juez lord Hutton en su dictamen sobre el contencioso que enfrentó a la BBC y el Gobierno por ciertas informaciones acerca del papel jugado por el Gobierno en los informes de inteligencia sobre Irak antes de la guerra.

La cantidad de aspirantes, casi cuatro veces más que los 21 que se presentaron en 2001, ha sorprendido al Gobierno. El cargo está bastante mal pagado para los estándares de los ejecutivos del Reino Unido: 81.320 libras al año (equivalentes a 121.000 euros al cambio de ayer) por cuatro días de trabajo a la semana.

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Aunque el Gobierno no ha desvelado la identidad de los candidatos, el Financial Times citaba ayer al diputado conservador Michael Portillo, que ha anunciado su retirada de la política al final de esta legislatura, aunque el propio Portillo dijo hace unas semanas que no está interesado en el empleo. Otro de los candidatos citados a menudo por la prensa es Richard Lambert, antiguo director del Financial Times y actualmente miembro del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra.

También se cita a sir Michael Bishop, ex presidente de Channel 4; Patricia Hodgson, antigua jefa ejecutiva de Independent Television; y Virginia Bottomley, responsable del patrimonio nacional británico bajo el Gobierno conservador.

Una vez se haya nombrado nuevo presidente, probablemente en torno a Semana Santa, el Consejo de Gobernadores designará al nuevo director general. El anterior, Greg Dyke, dimitió también tras el dictamen de lord Hutton. El favorito es el actual director general en funciones, Mark Byford, un hombre mucho menos popular que Dyke entre la plantilla por sus vinculaciones con el presidente de la BBC a finales de los años 90, lord Birt, criticado por su estilo burocrático y su talante altanero.

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