El PSOE acusa al Gobierno de abandonar la industria

El consejero de Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías, visitó ayer con Antonio Gutiérrez, candidato socialista por Madrid, la factoría de Santana Motor y otras zonas industriales de Linares y Andújar. El ex secretario general de CC OO afirmó que "sería una irresponsabilidad incalificable que el Gobierno central dejara en la estacada a Santana". En este sentido, mostró su "desconfianza" en el resultado del concurso que el Ministerio de Defensa mantiene abierto para la adquisición de nuevos todoterrenos, al que opta el vehículo Aníbal fabricado en la planta de Santana en Linares.

Por su parte, el responsable del programa económico federal del PSOE, Miguel Sebastián, definió en Cádiz la crisis del sector naval como un caso "paradigmático" de la falta de diálogo entre el Gobierno central y los sindicatos. Tal y como hizo Gutiérrez un día antes en la misma ciudad, Sebastián abogó por la apuesta en innovación y especialización de los astilleros como solución.

Sebastián enmarcó la crisis de los astilleros dentro de los errores económicos del Gobierno del PP, ya que éste renuncia a la apuesta por la industria, decantándose por el sector servicios, algo que el PSOE rechaza. Puso como ejemplos las economías de los países del norte de Europa y EEUU, donde pese a ser los costes laborales superiores a los España, la industria es un pilar de sus economías. Subrayó que la renuncia a la industria es una barbaridad y auguró el PSOE "dará la batalla" en los sectores competitivos, rehuyendo de los planes de regulación que propongan las industrias y abogando por la oferta de más formación de la mano de obra, por la innovación y por la promoción exterior.

Sebastián criticó que España esté a la cola de Europa en innovación, en uso de Internet y en el gasto público y privado. Asimismo, calificó como errores de la política económica del PP y del Gobierno, la precariedad laboral, la "pasividad" en la lucha contra el fraude fiscal y la burbuja inmobiliaria. En este último aspecto, propuso la creación de una agencia que sirva de punto de encuentro entre propietario e inquilino y que permita unos precios de entre dos y cinco euros por metros cuadrado.