Bruselas prevé que la zona euro crezca entre un 0,3% y un 0,7% el primer semestre

La economía de la zona euro se recupera renqueante en los primeros meses de 2004 tras el débil crecimiento de 2003, que Eurostat fijó ayer en el 0,4% (0,7% en los Quince). La oficina estadística de la UE prevé que, en los dos primeros trimestres del año, la economía de los 12 países de la moneda única crezca entre el 0,3% y el 0,7%, lo que "sugiere que el crecimiento se está estabilizando después del cambio de tendencia registrado en el tercer trimestre de 2003". Ese ritmo está muy lejos del que Europa experimentó en los años de bonanza (1999 y 2000) y del que ahora registran EE UU o Japón.

El flaco aumento del producto interior bruto (PIB) de la eurozona en 2003 se vio influido lógicamente por los débiles resultados de las principales potencias del área. La economía alemana retrocedió un 0,1%, mientras la francesa sólo aumentó el 0,2% y la italiana se limitó al 0,4%. Junto a Alemania, también Holanda y Portugal vieron contraerse su PIB, en ambos casos en casi un punto. Las estadísticas apuntan a que la economía europea tocó fondo a mediados de 2003 porque las cifras se alejan poco a poco desde entonces de la recesión que rozó Europa en el primer semestre del año.

España sigue siendo un caso especial en la zona, una vez más desde que en 2001 la economía europea sufrió un frenazo en seco. No sólo fue el país de la UE que más creció el año pasado (el 2,4%), sino que las previsiones para el último trimestre de 2003 y para este ejercicio siguen siendo de las mejores de Europa.

España, en el tercer lugar

Según Eurostat, el PIB español creció en los tres últimos meses de 2003 un 0,7% con respecto al trimestre anterior (un 2,7% en relación con el mismo periodo de 2002), porcentajes sólo superados por Grecia y, ligeramente, por el Reino Unido. Bruselas, además, prevé que el crecimiento español se aproxime este año al 3%, muy por encima del 1,8% calculado para la eurozona y del 2% de la UE. No obstante, la Comisión Europea ha reiterado que el escaso nivel de empleo en España, el bajo nivel de competitividad y la escasa inversión en investigación y desarrollo pueden causar en el futuro importantes problemas.

La oficina estadística apuntó ayer varios datos sintomáticos del escaso empuje de la economía europea. Así, las inversiones y las importaciones aumentaron en la eurozona en el último trimestre de 2003 el 0,6% y el 2,1%, respectivamente, mientras el consumo privado y las exportaciones sólo lo hicieron en un 0,1% y un 0,2%, respectivamente. Este último dato afecta especialmente a Alemania y Francia, que han expresado sus reiteradas quejas por la fortaleza del euro frente al dólar, a la vez que reclaman una pronta bajada de los tipos de interés.

Los datos europeos contrastan con los registrados en EE UU y Japón. El PIB estadounidense aumentó el 1% en el último trimestre (un 4,3% con respecto al mismo periodo del año anterior). En Japón, el crecimiento en esos tres meses del año pasado fue del 1,7%.

Bruselas estima que el potencial de crecimiento de la UE se ha reducido del 3% en los años noventa al 2% y esa constatación resulta especialmente preocupante ante la próxima cumbre europea de finales de mes, cuando los jefes de Estado y Gobierno intentarán revitalizar los objetivos fijados en 2000 en la cumbre de Lisboa, donde se comprometieron a convertir la economía europea en la más competitiva del mundo en 2010.

Ayer mismo, los ministros de Empleo y Asuntos Sociales dieron su visto bueno a un informe para la próxima cumbre que asegura que "se ha interrumpido el avance hacia el objetivo de Lisboa de lograr una tasa global de empleo del 70%" en 2010. "Si no se toman medidas adicionales", añaden, "no se cumplirá ese objetivo". Más reformas laborales, mayor inversión en formación, prolongar la vida laboral y mejorar los incentivos a los empleados son algunas propuestas de los ministros.