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INVERSIONES FERROVIARIAS

El Tribunal de Cuentas denuncia el riesgo de accidentes en Renfe por la baja inversión

Los recortes de la compañía también afectan a la calidad del servicio a los usuarios

El Tribunal de Cuentas ha destapado en su fiscalización de la gestión de Renfe del año 2000 que la falta de inversiones entraña deterioro de la calidad y riesgo de accidentes. El informe señala un galopante déficit que no enjuga debidamente el Estado y que la compañía hizo apuestas por negocios (como las redes ópticas) ajenos al fundamento del servicio público que, en definitiva, reducían sus recursos para invertir en las líneas férreas. Según el informe, un 13% del material ferroviario supera en vida útil lo previsto cuando se adquirió. Entre ese material destacan las vías, las instalaciones de seguridad y las catenarias.

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Las conclusiones del informe del Tribunal de Cuentas sobre la gestión de Renfe, empresa que preside Miguel Corsini desde 1996, en el bienio 1999-2000 son las siguientes:

- Baja inversión en inmovilizado. "El bajo nivel en inversiones en inmovilizado material realizado por Renfe en el periodo del contrato-programa [1999-2000] ha dado lugar a un creciente envejecimiento de su inmovilizado material, especialmente alto en las unidades de transporte de mercancías, administración de infraestructura y regionales que, a medio plazo, pueden tener como consecuencia el deterioro de la calidad del servicio, el incremento de los costes de mantenimiento y el aumento del riesgo de accidentes".

- Infraestructura anticuada. "A 31 de diciembre de 2000, la Unidad de Mantenimiento de Infraestructura tenía en funcionamiento activos totalmente amortizados [supe-raban la vida prevista en su adqui-sición] por importe de 179.931 millones de pesetas [1.081 millones de euros], el 16,2% del total del inmovilizado material bruto. Dentro de los activos en uso y totalmente amortizados destacan por sus elevadas cuantías la superestructura de vía, con 38.082 millones de pesetas; las instalaciones de seguridad, con 42.439 millones, y la catenaria, con 22.964 millones". "Esta situación de envejecimiento del inmovilizado material derivada del bajo nivel de inversiones (incluso muy por debajo del volumen de amortizaciones) es, por otra parte, general en Renfe", apostilla el informe. Para el conjunto de Renfe, los activos totalmente amortizados suponían el 14% de su inmovilizado material bruto. Este porcentaje es superado en varios sectores más: circulación (40%), cargas (41%), estaciones comerciales (19,7%), patrimonio (18,5%), transporte combinado (16,3%), trenes regionales (15,8%). Por contra, se miman con inversiones otros sectores: el AVE sólo tiene amortizado un 0,4%, Cercanías un 3,6% y las grandes líneas un 7,7%.

- Metas incumplidas. "Las diferencias entre las inversiones realizadas y las previstas ponen de manifiesto que, excepto en las unidades de negocio de telecomunicaciones y estaciones comerciales, en las que el gasto en inversiones ha superado al previsto en un 25,5% y en un 3,9%, respectivamente, en todas las demás se ha incumplido el contrato-programa". Y esto ha ocurrido en la zona considerada más sensible, la de infraestructuras. "El gasto en inversiones en el conjunto de las unidades de negocio de la administración de infraestructura ha sido para el total de los dos ejercicios de 1999 y 2000 de 60.375 millones de pesetas, inferior en 8.418 millones (un 12,2%) al total de 69.153 millones previsto en el contrato-programa. Y esta cifra de inversiones es también sensiblemente inferior al total de amortizaciones producidas en ese periodo que ascendieron a 74.056 millones". En conclusión, Renfe no ha invertido tanto como amortiza, lo que al menos aseguraría "la mera reposición de los elementos de la infraestructura amortizados", cuya vida teórica ha vencido.

Al final de este análisis contable está el riesgo de accidente. Según el informe, este tope -las inversiones deben ser iguales a amortizaciones- realmente sólo está sirviendo para "realizar una inversión inferior a la necesaria para reponer todos los activos amortizados, lo que puede dar lugar a que se mantengan en funcionamiento elementos de la infraestructura obsoletos y totalmente amortizados, con el consiguiente deterioro de la calidad del servicio, aumento de riesgo e incremento de coste de mantenimiento".

- Negocio incoherente. El informe censura la gestión de la entidad por haber tendido una red de fibra óptica de larga distancia con el objetivo de alquilarla a operadores telefónicos y al que ha destinado "una intensa actividad inversora": más de 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros). Según el tribunal, esto choca con el Estatuto de la compañía y resulta incongruente "porque dados los escasos y limitados recursos financieros con que cuenta Renfe para afrontar la modernización, sustitución y mejora del inmovilizado material asignado a las activades del transporte ferroviario y gestión de la infraestructura, que constituyen su objeto social, no parece coherente desviar un volumen tan importante de recursos de inversiones hacia una nueva actividad, en perjuicio del normal desarrollo de las actividades que Renfe tiene encomendadas por ley". Y, por añadidura, aplicar fondos estatales a actividades en competencia con el sector privado "puede infringir las normas establecidas sobre la libre competencia".

Imagen del accidente del Talgo Madrid-Cartagena, en Tobarra (Albacete), el 4 de enero de 2003.
Imagen del accidente del Talgo Madrid-Cartagena, en Tobarra (Albacete), el 4 de enero de 2003.EFE

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