SAS, imparable a peor
Ya hemos entrado en campaña electoral y ya empezamos con los grandes compromisos y las grandes promesas luego incumplidas y que, por cierto, cada vez más llevan al electorado a quedarse en su casa o a irse de paseo.
Ahora los señores del PSOE, por boca del consejero de Sanidad (que llevan gobernando nuestra comunidad 25 años), quieren construir 17 hospitales, hacer otros tantos Centros de Alta Resolución, etc., y además van diciendo a bombo y platillo que se inicia la segunda modernización de Andalucía (¿Dónde está la primera?).
He tenido la desgracia de sufrir un infarto agudo de miocardio que casi me lleva al otro barrio, en lenguaje coloquial, y como consecuencia de ello he tenido que estar ingresado durante un mes entre dos hospitales. Durante el mes de ingreso he podido constatar en qué condiciones se encuentran los enfermos y en qué condiciones laborales el personal sanitario. Falta de personal para atender debidamente a los enfermos, condiciones inhumanas para los familiares que se tienen que quedar con sus seres queridos para cuidarlos, familiares que tienen que lavar a sus propios parientes ante la falta de personal auxiliar, enfermos de la llamada tercera edad con patologías importantes como diabetes en tratamiento con insulina que se llevan horas y horas en los pasillos, y puedo decir que si la situación no es más caótica es gracias al esfuerzo y dedicación del personal, en muchas ocasiones hay un solo ATS para toda una ala hospitalaria, celadores insuficientes para trasladar a los enfermos para hacerles pruebas diagnósticas dentro del propio recinto hospitalario, he visto a celadores atendiendo a dos y tres pacientes a la vez.
Enfermos que deben ser levantados de sus camas por prescripción facultativa para su mejor restablecimiento y que pasan hasta días sin que les levanten por falta de celadores para tales tareas, etc.
Si nos salimos de los hospitales la cosa es aún peor si cabe, hay médicos trabajando hoy en DCCUs (Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias) solos, sin ATS, ni celador y para colmo sin todos los medios necesarios. Contratos basuras, sin derecho a bajas por enfermedad, sin derecho a vacaciones, cobrando nueve euros la hora, muchos de ellos sin uniforme, etc. No hablo de las colas interminables para sacar número en los Centros de Salud para ver al médico de cabecera, ni de la falta de personal y medios.
Y no hablo de oídas ya que, como he dicho, he estado ingresado en el hospital Virgen de Valme y en el Virgen Macarena y, además, soy médico de profesión. Todo lo que expongo no es más que para recordarles, ahora que estamos en campaña, a los políticos en general y a los que nos gobiernan en particular, que ya es hora de dejar las grandes promesas e ir dando soluciones a lo que está por hacer
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