¿Sería mucho pedir?
Quisiera, al hilo de las casi constantes declaraciones de miembros del Gobierno y del Partido Popular sobre la saneadísima economía de la Administración, incluidos esos 3.000 millones de euros que sobraron este último año, hacer un sencillo silogismo a modo de reflexión: si cuando fueron las vacas flacas el Gobierno se apretó el cinturón -y los funcionarios más- y se congeló nuestro salario en dos ejercicios anuales, ahora que son las vacas gordas, ¿no tendríamos derecho a unas subidas salariales dignas? ¿No sería justo recuperar nuestro poder adquisitivo?
Y perdonen, pero ya puestos, ¿no podrían cubrirse las bajas laborales con sus correspondientes sustitutos? ¿Y no podrían cubrirse las bajas vegetativas también? ¿Y no podrían ser las pagas extraordinarias de igual cuantía que el resto de mensualidades? No creo que nuestras peticiones estén fuera de lugar; más bien creo que es lo mínimo que se puede pedir.