Mario Gas afirma que el teatro público no debe someterse a las leyes del mercado

Mario Gas, nuevo director del teatro Español de Madrid, dio ayer a conocer las grandes líneas con las que regirá este coliseo, considerado, en el terreno escénico, el buque insignia del Ayuntamiento de esta capital. Entre sus proyectos inmediatos está acometer pequeñas reformas, abrir un espacio nuevo polivalente para 140 espectadores, crear un fondo sonoro, publicar textos, colaborar con festivales, incorporar la cafetería del teatro a las actividades escénicas y programar zarzuelas, óperas, funciones golfas, recitales y teatro de autores consagrados y jóvenes promesas.

"El teatro es pasión, y si estoy aquí es para dinamizar el teatro, de lo contrario me voy, porque tengo claro que no entro en el patio de mi casa a hacer lo que quiera". Así se expresaba ayer Mario Gas en su primera comparecencia como director del teatro Español, cargo al que accedió el pasado 4 de febrero. Entre sus proyectos inmediatos está acoger a autores españoles, "sin que nadie piense que por ello tiene derecho a estrenar en el Español".

Aunque no habló de nombres, concretó que todos los años invitará a un director extranjero para trabajar con equipo español; que él no dirigirá más que un espectáculo por temporada; que habrá coproducciones, compañías invitadas y nombres que pueden moverse entre grandes autores como Bertolt Brecht o Kafka, grandes directores europeos como Peter Stein o profesionales de la escena española contemporánea como Miguel Murillo.

"Quiero hacer buen teatro y un teatro público no tiene que someterse a las leyes del mercado, las obras no pueden perpetuarse, ni estar tan poco que los actores no puedan incorporarse a estos proyectos", dijo Gas, quien vería con buenos ojos que las producciones propias estén unos cuatro meses en cartel (además de las giras), con seis funciones semanales. Eso posibilitaría que otros días y en sesiones golfas el teatro tuviera una programación paralela. Gas limita su etapa al frente del Español a cuatro años: "Es importante no perpetuarse en estos cometidos, ya que se generan vicios y comodidades", afirmó.

Entre sus objetivos a corto y medio plazo está optimizar el local. En la sala grande se abrirá el foso para posibles óperas y zarzuelas, incorporará un anclaje y desanclaje de butacas y hará otros cambios en el terreno de la seguridad. También transformará la sala de ensayos, creará una segunda sala polivalente de escenario móvil con una capacidad de unos 140 espectadores e incorporará la cafetería al teatro, convirtiéndola en un local a medio camino entre un cabaré literario, café concierto, music hall o centro de tertulia.

Todo ello lo hará después del 5 de abril. Hasta entonces permanecerá en cartel Celos del

aire, de López Rubio, obra programada por el anterior equipo, capitaneado por Gustavo Pérez Puig. La reapertura con su programación intentará que sea a finales de primavera.

A su nuevo equipo se han incorporado María Andura, como gerente; Francisco Pena, como jefe de producción, y Nacho García, como adjunto a la dirección artística. Respecto a la plantilla, dice haberla encontrado con una disposición estupenda, y en cuanto a los despidos que estos días se han producido en el teatro, Gas manifestó: "No he despedido a nadie, simplemente ha salido parte del equipo personal de la anterior dirección, algo lógico para que se incorpore el nuevo equipo".

Para todo su proyecto, Gas cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros anuales (antes eran tres millones), en el que no se incluyen los honorarios del personal fijo y funcionarios. La gerencia del teatro informó ayer de que el sueldo de Gas es de 94.000 euros al año y que su contencioso con el fisco se debe a una multa que le impusieron por un periodo en el que él no dejó de cotizar a Hacienda, como siempre ha hecho, pero lo hizo por una cantidad que Hacienda consideró insuficiente.