Los tres mandamientos

-Vaya, hombre, se lamenta el secretario de organización socialista, José Blanco. ¡Otra vez el ahorcado!

En el PSOE desconfían de las encuestas, y por eso Blanco ha aprendido a echar las cartas. Lo malo es que el tarot le dice lo mismo que las encuestas.

-Tranquilo, Pepe, dice JLRZ (ZP). Tampoco creemos en el tarot. Y quítate esa capa de estrellitas y el turbante con rubí, que me das no sé qué.

-Eh, eh, que el rubí es de pega, y no me hables de trajes, que el tuyo negro, con camisa negra y corbata negra, qué.

-Vale, pero yo ni mato, ni robo ni miento.

-Eso sí lo tienes, José Luis. Indiscutible. Siete mandamientos más y vas al cielo de cabeza.

-Joer, jefe, se incorpora Jesús Caldera a la reunión de trabajo. Me ha tenido Pepe Bono en la puerta 10 minutos. Que venía a empujar un poco. Yo ya le he dicho: cuando tú dices que sólo falta empujar un poquito te refieres a empujar a los de fuera, no a los de dentro. Mira que se lo repito: ¡a los otros, Pepe, a los otros!

En soledad, Jordi Pujol medita su próxima intervención: "Ante todo, disculpen las molestias. Es triste pedir, pero peor es estar en la oposición. Por eso, y yendo directos al grano, quiero que sepan que CiU se ofrece para entrar en el Gobierno catalán, en aras de la estabilidad, básicamente nuestra estabilidad, porque desde que no mandamos estamos muy inestables. Nos ofrecemos también para el Gobierno español, siempre pensando en la estabilidad. Vivimos en una sociedad mediática terriblemente injusta: después de 23 años en el candelabro, como se dice ahora, ha bastado que un señor se reúna con etarras para que sea él quien atraiga las iras de la caverna. ¿Es que ya no recuerdan el coro de 'Pujol enano, habla castellano'? ¿Ya no soy nadie yo? ¿Ya no soy un peligro? Sepan ustedes, sépanlo, que la altura de un pueblo se mide también por la enjundia de sus enemigos. Ustedes verán si prefieren como demonio a Carod-Rovira o a mí. Muchas gracias. Y ahora, Duran, que es este señor un poco calvo, permítanme la expresión, pasará la gorra".

-¿Cómo ves las cosas, Gabi?, pregunta Rajoy a su jefe de campaña.

-Regular, sólo regular.

-¿No dicen las encuestas que ganamos?

-Por eso. Cuanto más se note que puedes ganar, menos ganaremos.

-Suerte que no soy vanidoso. Otro se sentiría menoscabado con esa apreciación.

-No es por ti, Mariano. Sería lo mismo si nuestro candidato fuera Pocholo.

-Muchas gracias. ¿Y cómo contesto si me preguntan por qué no acepto el cara a cara con ZP, si tan inexperto y torpe es?

-Muy sencillo. No dejes que te hagan preguntas. Urdaci se encarga del resto.

-Eres un monstruo, Gabi. Un purito a tu salud.