Las dos caras de la capital
Los enfrentamientos de PSOE y PP ralentizan los grandes proyectos de Sevilla mientras se satura la zona metropolitana
A María Villegas, una peluquera de 33 años, le gustaban más los carteles electorales del PP para la presidencia de la Junta cuando la foto era de Javier Arenas. "No soy de derechas, pero lo voté una vez", confiesa. "Me lo creía", asegura. En cambio, Teófila Martínez no le dice "absolutamente nada". María reconoce que no sabía que Arenas va de número uno por Sevilla al Congreso de los Diputados. "Lo habrán puesto porque es de aquí, pero a quien se vota es al PP o al PSOE. Y yo al PP no le voto más", afirma. "Aquí seguimos siendo pobres y ellos van de ricos. Al que tiene dinero le va cada día mejor, pero en Sevilla, sobre todo en los pueblos pequeños, sigue habiendo más gente que llega apretada al día 30 y la derecha no habla de nosotros", dice.
El asentamiento de empresas en el Aljarafe ha crecido un 39% en los últimos cuatro años
El desequilibrio al que se refiere María es una de las marcas de la provincia. Según el último informe de coyuntura económica de la Diputación, Sevilla empieza a recuperarse de la crisis económica que ha mantenido casi estancado sus niveles de crecimiento desde 2001. Los motores de esta mejora son el sector industrial, que generó 5.500 empleos más el pasado año, y, sobre todo, la construcción, que creció un 7,36% y cuenta con un 15,5% más de ocupación que en el mismo periodo del año anterior. La provincia cuenta con 93.723 empresas, el 22,5% del tejido empresarial andaluz, pero la capital y los municipios del entorno absorben el 71% de todas las sociedades de la provincia.
El área metropolitana concentra también el grueso de la población. Sevilla es la cuarta provincia española en número de habitantes con alrededor de 1,8 millones de ciudadanos de derecho. De ellos, el 40% vive en la capital. Tras la gran ciudad, el Aljarafe, el bajo Guadalquivir y Dos Hermanas son las áreas más habitadas y, sobre todo, las que más crecen. En el polo opuesto subsisten la comarca de Écija, la Sierra Norte y la Vega Alta, que apenas suponen el 2% de la población sevillana.
Una de las tendencias que se observan en cada nuevo censo es el despoblamiento de los municipios más rurales debido a la emigración de jóvenes hacia las zonas urbanas en busca de mejores perspectivas laborales. Mauricio Ribull, un arrocero de Isla Mayor, afronta con pesimismo el futuro. "El precio del arroz ha bajado un 50% este año y cada vez se gana menos. Suben las subvenciones, pero eso es pan para hoy y hambre para mañana porque con la entrada de 10 nuevos países en Europa las ayudas se van a recortar y desaparecerán en 2013", explica este agricultor, propietario de 50 hectáreas que producen cada año alrededor de 450.000 kilos de arroz.
"Va a ser imposible que aguantemos con los precios internacionales. Antes nos compraban el arroz a 50 pesetas el kilo y ahora puede bajar a las 25. De esto no se va a poder vivir", asegura el arrocero, que lamenta que los políticos no hablen de estos temas en la campaña electoral. No obstante, tiene decidido su voto, que irá para el PP. "He votado a la izquierda, pero lo hizo mal y ahora estoy votando a la derecha", cuenta, aunque cree que Teófila Martínez "no es la más apropiada" para presidir la Junta. "Me gustaba más Arenas, era muy claro", dice. El número uno socialista al Congreso por Sevilla, Alfonso Guerra, le gusta "cero". "La izquierda sólo quiere subir los impuestos y así no se crea empleo", afirma
Mientras las zonas rurales se despueblan, el área metropolitana se satura. El último informe socioeconómico del Aljarafe cifra en 19.412 las empresas radicadas en esta zona, un 39,69% más que en 2000. La actividad empresarial se incrementa un 10% al año, pero el presidente de los empresarios del Aljarafe, Rafael Berro, lleva tiempo avisando del peligro de "morir de éxito". "Predicamos que nuestra comarca es la mejor situada para que se implanten nuevas empresas, pero se nos puede ir de las manos si no se solucionan los problemas de infraestructuras", sostiene Berro.
La población en esta zona crece sin parar y algunos pueblos tienen problemas para suministrar servicios como la electricidad, el agua, el correo, la educación pública o la recogida de basuras. Y, sobre todo, los vecinos y empresarios reclaman carreteras y nuevos accesos que terminen con el colapso de circulación que sufren en las horas puntas. La segunda ronda de circunvalación, la SE-40, es una promesa desde hace más de un lustro. "Cuando llegue ya se habrá quedado pequeña", advierte Berro.
Para vivir en el Aljarafe parece hoy indispensable tener coche propio. A veces es más fácil llegar a la capital que al pueblo de al lado, asegura Berro, quien, además de nuevas infraestructuras, pide a los políticos que potencien la creación de empresas. "Ahora va a llegar a Sevilla la industria aeronáutica, que es un gran acierto. Pero como aquí no hay empresas especializadas llegarán las de fuera, que harán su agosto y cuando acabe el negocio se irán dejando a los trabajadores en la calle", vaticina.
Son muchos los sevillanos que están convencidos de que la diferencia de color político entre el Gobierno y la Junta afecta especialmente a Sevilla y a sus grandes proyectos. La financiación del metro, el pantano de Melonares, la SE-40 o la ampliación del Puerto se han convertido en patatas calientes que se pasan unos a otros. Todas, al final, están ya más o menos encarriladas, pero para llegar hasta ahí pasado años y, en algunos casos, décadas.
El PP denuncia anualmente "el raquitismo inversor" de la Junta en Sevilla. El PSOE, por su parte, apunta que Sevilla se sitúa en el puesto 48 de las 52 provincias españolas en cuanto a las inversiones consignadas en los Presupuestos Generales del Estado para 2004.
Esteban de Manuel, miembro de la ONG Arquitectura Compromiso Social, es de los que piensa que con los argumentos que ofrecen uno y otro partido resulta "casi indiferente" quien gobierne. No votó en las elecciones de 2000 y ahora está entre los indecisos. "Esperaré al último momento", asegura. De Manuel reclama que el debate electoral se centre en los "problemas reales". "Se está hablando mucho de territorios, pero nadie se centra en buscar soluciones a los problemas que surgen por el mal funcionamiento del mercado", afirma.
El problema de la vivienda, general en toda España, afecta con especial virulencia a Sevilla porque, según De Manuel, la demanda de suelo para construir supera a la demanda de un sitio para vivir. "Hay demasiada presión para poner en carga suelos y se han generado grandes bolsas de viviendas vacías", explica. Según el Instituto Nacional de Estadística, Sevilla es la ciudad con mayor porcentaje de viviendas desocupadas (en total 113.248). "Sevilla es cada vez más difícil de habitar porque nos tenemos que desplazar más y todo se agrava porque llevamos un retraso de dos décadas en política de movilidad de transporte", concluye De Manuel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.