Un preso muy peligroso se fuga al llevarlo al hospital en Valencia
I. G., de origen moldavo, calificado como preso muy peligroso, se fugó ayer de las dependencias del hospital General, adonde había sido trasladado desde la cárcel de Picassent bajo la custodia de dos agentes de la Guardia Civil. El fugado, que fue detenido por la policía nacional el pasado mes de diciembre en Russafa, que llevaba dos pistolas en el momento de la captura y con una de ellas se disparó, tenía cita en consultas externas.
Al interior de la sala fue conducido esposado por dos agentes del instituto armado. Dos personas que se encontraban en la sala de espera, simulando desde minutos antes, estar pendientes de recibir atención médica, al parecer un hombre y una mujer, se dirigieron a los dos agentes, les encañonaron en el pecho con dos armas, les quitaron las suyas y facilitaron la salida a pie del preso. Fuera le esperaba, al parecer, una tercera persona en moto. Los dos cómplices huyeron instantes después. Según fuentes de la Guardia Civil utilizaron un coche estacionado en las inmediaciones que inicialmente no fue identificado.
Críticas de AUGC
I.G., de 31 años, fue detenido, entre otras cosas, por pertenencia a banda armada. Su calificación de muy peligroso obliga a cumplir un especial protocolo de vigilancia. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) criticó ayer la falta de medidas de seguridad y de recursos para una actuación efectiva. Según AUGC "la fuga ha sido preparada meticulosamente y ejecutada por un grupo organizado y armado, la existencia de mafias armadas y muy peligrosas requiere modificar los operativos policiales y mejorar los medios para hacer frente a estas bandas". Considera, además, que "es preciso arbitrar medidas de control durante las visitas al hospital de los detenidos" y "dotar de medios de comunicación interna a los agentes de la Guardia Civil encargados de la conducción de los detenidos".
Por su parte, Juan Cotino, delegado del Gobierno, se limitó ayer a expresar "la confianza en que sea pronto detenido" y explicar lo sucedido "porque los dos agentes de la Guardia Civil fueron encañonados y desarmados". Según Cotino, el preso, muy peligro, "parece que sabía con suficiente antelación cuándo iba a ser trasladado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.