La Policía amplía el cerco en busca de los fugados que mataron a un agente ayer en Barcelona
Los dos individuos huyeron ayer del juzgado de la localidad tras abrir fuego contra el fallecido y contra un obrero que resultó herido
Las fuerzas de seguridad del Estado continúa esta mañana la búsqueda en el barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat de los dos detenidos que huyeron ayer del juzgado de esta población tras matar a un policía nacional con un arma que le habían robado previamente, y herir a un obrero. Los agente creen que los huidos se refugiaron en dicho barrio, donde abandonaron un turismo, pero han ampliado la búsqueda a otras zonas y han establecido controles en todos los accesos y salidas de la ciudad.
Las pesquisas, en las que han participado numerosos efectivos policiales y que han durado toda la noche, han incluido el registro del domicilio del presunto autor material de los disparos, Julio N, aunque el fugado no vivía en el citado inmueble desde hacía tiempo. La policía sospecha que, al tener pendiente varias órdenes de busca y captura, se había trasladado a Vilanova i la Geltrú.
El homicidio tuvo lugar poco antes de las 14.00 horas, cuando los detenidos, Julio N. F.Z, de 28 años, y Antonio J. H., de 35 años, delincuentes habituales que habían sido arrestados a raíz de una orden de búsqueda y captura, llegaban al juzgado de instrucción número 2 de El Prat custodiados por dos agentes de la Policía Nacional. Tras arrebatar el arma a uno de los agentes que los custodiaban, acribillaron a balazos al agente de policía de 25 años Antonio D.F. Además, un pintor resultó herido grave al ser alcanzado por los disparos. Después, los dos detenidos robaron a punta de pistola un turismo Audi A-3 con el que huyeron en dirección al barrio de Sant Cosme, donde lo abandonaron.
¿Por qué no estaban esposados?
La Jefatura Superior de Policía de Cataluña ha explicado esta mañana que los dos detenidos no estaban esposados porque estaban todavía dentro del calabozo cuando le quitaron el arma al agente. Según esta versión, los dos detenidos estaban dentro de los calabozos del juzgado y, cuando los policías nacionales se aproximaron para sacar de la celda a uno de ellos, el otro se abalanzó sobre uno de los agentes y le arrebató el arma. Sin embargo, estas fuentes no han especificado si los detenidos estaban en el calabozo tras prestar declaración o si ya habían comparecido ante el juez y se encontraban en la celda a la espera de ser trasladados a prisión, dado que el caso está bajo secreto de sumario.
En este sentido, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, ha afirmado que si los dos delincuentes fugitivos iban o no esposados es un asunto "que forma parte de la investigación", tras lo que ha recordado que el juez instructor decretó ayer el secreto de sumario en relación con el caso. "Hay que ver si se les puede detener lo antes posible y haremos las investigaciones necesarias para saber cómo se produjeron estos desgraciados hechos que acabaron con la vida de un joven", ha añadido Rangel en declaraciones a la emisora Catalunya Radio.
Por otro lado, el agente Antonio D.F. será enterrado sobre las 17.00 horas de hoy en el cementerio nuevo de Badalona (Barcelona), de donde era natural. Previamente, se oficiará el funeral, que tendrá lugar a las 15.30 horas en la Capilla Castrense situada en el Parque de la Ciutadella de Barcelona. Fuentes policiales han apuntado que el policía estaba trabajando en El Prat desde hacía "poco tiempo" y que era un agente de refuerzo. Francisco Jurado, el pintor herido, evoluciona favorablemente y en las próximas horas abandonará el área de urgencias del Hospital de Bellvitge.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.