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Un hermano del ex presidente de Bancaja hace a su firma líder en gestión de hipotecas de cajas y bancos

Luis de Miguel y Joan Mas Brillas vendieron parte de la sociedad por más de 6 millones en 2001

El abogado valenciano Luis de Miguel Aynat, hermano de Julio de Miguel, presidente de Bancaja entre 1998 y 2003, preside una empresa que ha multiplicado por 40 su negocio los últimos seis años (de 310.746 euros en 1997 a 13,3 millones en 2002), en plena aceleración del mercado inmobiliario, mediante la gestión de hipotecas de cajas y bancos, entre ellos Bancaja. El propio De Miguel explicó ayer que la caja valenciana supone un 6% o un 7% de la facturación de BMB Gestión Documental, SL, que lleva el nombre de su socio, el empresario catalán Joan Mas Brillas (las siglas BMB corresponden a Bufete Mas Brillas), y es líder de España en externalización de servicios bancarios y gestión documental. La tecnológica Indra; Bankinter, a través de Intergestora, y Marco Polo Investments adquirieron acciones de la firma por más de 6 millones de euros en 2001.

Los ingresos pasaron de 310.746 euros en 1997 a 13,3 millones de euros en 2002
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De acuerdo con las cuentas anuales que deposita en el registro, BMB Gestión Documental tuvo en 1998 un resultado de 45.039 euros, que en 1999 aumentó llamativamente a un millón de euros. En los años 2000, 2001 y 2002 los resultados fueron, respectivamente, de 669.329, 824.997 y 980.000 euros. Los ingresos de explotación pasaron de 310.746 euros en 1997 a 13,3 millones de euros en 2002. Fue durante el ejercicio de 2001 cuando la tecnológica Indra, con una inversión de 270,8 millones de pesetas (1,62 millones de euros) compró el 10,8% de las acciones, con opción a ampliarlas hasta el 13%. También ese año las sociedades de capital riesgo Marco Polo e Intergestora (Bankinter), adquirieron, respectivamente, por 600 y 125 millones de pesetas (3,61 y 0,75 millones de euros), el 25% y el 5% del capital. Los otros accionistas principales son los cofundadores Joan Mas Brillas, a través de la compañía Cat Investment, SL, y Luis de Miguel, a través de Grupo Jurídico de Inversiones, SL.

Como explicó en una publicación económica especializada para justificar su inversión Jorge Calera, consejero delegado de Marco Polo (sociedad en la que participan, entre otros, Caja Madrid, la misma Indra, el Banco de Sabadell, El Corte Inglés, el Grupo Godó y Unión Fenosa, y donde Bancaja cuenta con una pequeña presencia), "BMB es ya el líder en España en outsourcing de procesos de tramitación en instituciones financieras y de gestión documental". Luis de Miguel cifró ayer el peso de la empresa en cerca de un 7% del sector. Por su parte, Indra razonó su compra de acciones de BMB porque ya había colaborado en sus servicios on line a través de Internet y fortalecía así su presencia en el mercado financiero y de seguros.

BMB ha aprovechado la política de externalización de actividades de las entidades bancarias y realiza para ellas la gestión de hipotecas (30.000 sólo en el año 2000), desde el análisis del riesgo a la preparación del expediente y los trámites posteriores a la firma, como el proceso de recogida de la escrituras en las notarías y la inscripción en el registro. Aunque Bancaja no dejó de trabajar con las gestorías valencianas que tradicionalmente hacían esa función, BMB empezó a acaparar, a partir de los últimos años noventa, una buena parte de las hipotecas (el centro hipotecario de la entidad realizó 22.000 operaciones de este tipo en 2002). Según Luis de Miguel, Bancaja supone entre el 6% y el 7% de la facturación de la empresa, aunque fuentes de la caja elevaron la cifra a cerca del 9%. BMB también extendió su actividad al Banco de Murcia, que pertenece al Grupo Bancaja a través del Banco de Valencia, y a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Aunque no hubiera incompatibilidad legal, fuentes de la caja de ahorros valenciana reconocen que, dado que la firma pertenece a un hermano de Julio de Miguel, que entonces era presidente, la normativa de transparencia de la entidad no funcionó. Ni la auditoría interna, ni los directivos de las cajas, ni el Banco de España detectaron nada. La dirección de Bancaja declinó hacer comentarios sobre el asunto.

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