El Gobierno agiliza los trámites para homologar títulos extranjeros

El Gobierno ha aprobado el real decreto que simplifica los trámites para homologar los títulos universitarios obtenidos en el extranjero con los españoles, un proceso que hasta ahora era largo (a veces se tardaba años) y en ocasiones se convertía en un laberinto burocrático de díficil salida. Desde 1997 hasta hoy, las solicitudes de homologación han pasado de 6.000 a 19.000.

Para homologar un título se revisará ahora la "equivalencia" global de carga horaria, contenidos de la carrera, formación práctica recibida; pero ya no se tendrá en cuenta la equiparación absoluta, que se detenía en las denominaciones, contenidos o asignaturas de los programas. Este detallista sistema obligaba a un físico italiano o francés a examinarse de asignaturas de primer curso de carrera para homologar su título con el español. Y lo mismo para los españoles que hubieran estudiado en otros países.

La otra ventaja de esta simplificación es que se homologará el grado de estudios sin tener en cuenta la titulación específica, es decir, se reconocerá si el solicitante es ingeniero o licenciado, por ejemplo, sin especificar en qué disciplina. Esto es útil para poder presentarse a oposiciones o para continuar estudios superiores sin pasar más trámites.