Razón tardía
Aquellos que en el seno del PP expresaban sus reservas sobre la verdadera capacidad de Teófila Martínez para simultanear su condición de alcaldesa de Cádiz y de candidata a la presidencia de la Junta han visto como los hechos le han venido a dar la razón. La necesidad de estar presente en la gestión del día a día de su ciudad le ha restado margen de maniobra y, lo que es peor, le ha supuesto la apertura de unos inesperados frentes políticos que para nada resultan oportunos cuando se está enfrascada en plena campaña.
La celebración de un pleno en su ayuntamiento para reprobar al jefe de la oposición, Rafael Román, del PSOE, quien se había atrevido a pedir responsabilidades políticas por el caso del derrumbe de una vieja academia de artillería de propiedad municipal, ha puesto en evidencia la escasa consideración democrática que le merece la labor de control que ha de ejercer la oposición, ofreciendo así, la cara más áspera de la derecha en Andalucía. Si a eso se unen las movilizaciones de protesta de los trabajadores de los astilleros públicos, quienes le reprochan que ahora no esté con ellos en las manifestaciones como ocurría años atrás cuando quienes gobernaban en Madrid eran los socialistas, se puede llegar a la conclusión, de que lo de la alcaldía se le ha convertido en una pesada carga en su carrera hacia San Telmo. Y para colmo, los carnavales, con esa lluvia constante de coplas sumamente críticas hacia su labor y también sobre el papel del PP en la guerra de Irak. Se descarta que Martínez vaya a convocar otro pleno para reprobar a los autores de tan ácidas letrillas pero, por si acaso, ha resultado llamativa la ausencia de mandatarios populares en el concurso de agrupaciones en el Teatro Falla, a diferencia de lo que sucedía tiempo atrás, en épocas, quizá, más felices.
Ya ni siquiera el vicepresidente segundo, Javier Arenas, se decide a protagonizar un acto político en uno de los astilleros de Cádiz, tal y como hiciera en el pasado en el varadero de Puntales, con los trabajadores detrás de él. Es más, hasta brindó su apoyo a los empleados del sector para que se manifestaran contra Chaves en Sevilla. Nada de eso acontece ahora. Este mismo colectivo laboral es acusado de secundar acciones de protesta politizadas, calificación a la que son muy dados a emplear cuando se trata de restar validez y credibilidad a cualquier tipo de expresión que no les interese. Sólo hay que estar a la espera de lo que ocurra en el próximo contacto negociador previsto entre sindicatos y empresa para esta semana. Sólo entonces se podrá determinar si este conflicto del sector naval se les va atragantar o no durante toda la campaña. Es por ello, que no se descarta que los tecnócratas de la SEPI e Izar hagan un mayor esfuerzo para tratar de cerrarlo con un acuerdo, al precio que sea, con tal de hacer desaparecer un problema que está claramente perturbando su trayectoria electoral. De modo que mientras Martínez se enmaraña en asuntos locales, procurando no perder terreno, al menos, en su caladero de votos como es Cádiz capital, otros, como es el propio Arenas se lo montan por su cuenta tratando de tapar el hueco, colocando primeras piedras por doquier y cortando cintas inaugurales.
Sin embargo, ya ha anunciado que no convocará la Comisión Mixta de Transferencias, como pretende el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, quien había fijado como fecha límite la de hoy. Así que se entrará en campaña sin tener resuelto lo de la liquidación de la deuda que mantiene Madrid con Andalucía y que se ha fijado en unos 2.500 millones de euros. Se tendrá que esperar a la conclusión de las elecciones pero la ocasión se la ponen en bandeja al candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para lucirse y venir a esta comunidad prometiendo que si llega a la Moncloa, lo primero que hará será pagar esta trampa. De esta forma, el político leonés intensificará su presencia en esta tierra a lo largo de los próximos días, para culminar el domingo con un acto en el velódromo de Dos Hermanas (Sevilla), que los socialistas andaluces quieren que sean masivo para "enseñar músculos" y brindar una imagen de fortaleza al contrario.
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