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Gallardón recurrirá al capital privado para financiar las obras de la M-30

El Ayuntamiento creará una empresa mixta, pero se niega a decir aún de dónde saldrá el dinero

Una empresa municipal mixta -con capital público y privado- será la encargada de pagar los 3.500 millones de euros que costará el proyecto estrella del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón: la reforma de la M-30. Lo anunció ayer el concejal de Urbanismo, Pío García-Escudero, pero se negó a desvelar las dos incógnitas fundamentales: ¿de dónde saldrá el dinero que aportará la parte pública? ¿Y qué recibirán a cambio las empresas privadas que pongan dinero de su bolsillo? La carretera de circunvalación, hasta ayer de titularidad estatal, está ya en manos del Ayuntamiento.

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Pío García-Escudero compareció ayer ante el pleno del Ayuntamiento a petición de IU para explicar algo que la oposición lleva nueve meses esperando saber: cómo se pagará una obra, la de la M-30, cuyo coste previsto casi iguala al presupuesto anual del Ayuntamiento y triplica el dinero que el gobierno municipal ha reservado para todas las inversiones de 2004. Pero García-Escudero sólo respondió a medias, y las portavoces de PSOE, Trinidad Jiménez, e Izquierda Unida, Inés Sabanés, abandonaron el salón de plenos tan indignadas como habían entrado.

Las obras -22 actuaciones a lo largo de los 32 kilómetros de carretera, incluido el enterramiento de casi seis kilómetros bajo el río Manzanares- se pagarán a través de una empresa nueva de carácter mixto (con mezcla de capital público y privado, aunque el concejal no aclaró ayer en qué proporción). Esa empresa, "dependiente del Ayuntamiento", licitará cada uno de los 22 proyectos de obra, los adjudicará a las firmas contratistas -que serán las que ejecutarán los trabajos- y asumirá el pago de los 3.500 millones de euros, que abonará en plazos a lo largo de 25 o 30 años. Después, cuando la reforma esté concluida, se ocupará de su gestión y mantenimiento, y recibirá por ello un canon anual del Consistorio.

Pero, ¿de dónde saldrán los 3.500 millones? Esa pregunta quedó ayer sin respuesta: García-Escudero dijo que no lo sabía, porque él, como concejal de Urbanismo, es el responsable "de la obra, no del dinero"; y el concejal de Hacienda, Juan Bravo, que sí lo sabía, dijo que aún no es momento de aclarar ese extremo porque "todavía quedan cosas por atar".

El modelo que el equipo de Ruiz-Gallardón quiere adoptar es similar al que dio lugar en la Comunidad a la empresa Mintra cuando el ahora alcalde era presidente regional. Esa empresa fue la responsable de endeudarse para construir Metrosur (que tampoco podría haberse hecho sólo con los recursos de la Consejería de Obras Públicas). Pero hay dos diferencias: Mintra era pública, no mixta; y, sobre todo, tenía ingresos: el alquiler que cobra a Metro de Madrid por el uso de la red, y con el que irá pagando a las empresas contratistas desde ahora hasta dentro de 25 años.

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"¿De dónde saldrán los ingresos de esa nueva empresa mixta que financiará las obras de la M-30?", preguntó ayer por enésima vez la portavoz de IU, Inés Sabanés. Porque la carretera no es de peaje -ni lo será, según confirmó García-Escudero-, y por tanto no hay forma de amortizar por esa vía el dinero invertido en la reforma. "A mí no me pregunten, en eso está trabajando precisamente la Concejalía de Hacienda", fue la respuesta del edil de Urbanismo. "El dinero, en última instancia, saldrá del presupuesto municipal. Y la forma de actuar de la empresa mixta será prácticamente igual a la de Mintra o, por ejemplo, a la de una concesionaria de autopistas", se limitaron a apuntalar desde Hacienda. En ese caso, ¿por qué se crea una empresa mixta y no una pública, como es Mintra? "Eso se sabrá más adelante, está por cerrar", responde Bravo.

"No se recalificará el suelo"

La segunda pregunta que ayer quedó en el aire es: ¿qué ganan las empresas privadas que decidan formar parte de esa sociedad mixta? O dicho de otra manera, ¿dónde está para ellas el negocio de gastarse 3.500 millones de euros en obras para la carretera de circunvalación? Dirigentes del gobierno municipal aseguraron a este periódico que el negocio no vendrá en ningún caso de recalificar el suelo resultante de enterrar la carretera en varios tramos y autorizar a las empresas a construir allí. Tampoco serán entidades bancarias las que aporten ese capital privado a la sociedad mixta. "Lo que es seguro es que el pago a plazos de la obra no comprometerá en absoluto la actividad diaria del Ayuntamiento ni implicará reducir otras partidas", insistió Juan Bravo.

La empresa mixta dependiente del Consistorio sólo empezará a pagar, a plazos, los 3.500 millones cuando la reforma esté terminada, es decir, en 2007 (si el PP cumple su compromiso electoral). Para ese año, Hacienda espera tener "muy mejorados los presupuestos del Ayuntamiento". Si eso implica subir sustancialmente los impuestos de aquí a 2007, sólo el edil Juan Bravo y el alcalde Ruiz-Gallardón lo saben.

"Sigo sin tener ni idea de cómo se va a financiar este proyecto que los ciudadanos siempre han conocido a medias. Espero que el escasísimo dinero que ha dado hoy [por ayer] el Ministerio de Fomento como compensación por el traspaso de la carretera [54 millones de euros] no esconda la posibilidad de que las empresas que formen parte de la sociedad mixta se vayan a beneficiar después de recalificaciones, ni de mejores oportunidades en las obras del Madrid olímpico. Y que no haya nada acordado con el ministerio bajo cuerda", advirtió Sabanés.

Félix Arias, concejal del PSOE responsable de urbanismo, calculó que los 54 millones que ha dado Fomento servirán, como mucho, para pagar el canon anual por mantenimiento de la M-30 durante el primer año, y subrayó que, al no tener ingresos esa nueva empresa mixta, "su endeudamiento deberá contabilizarse como deuda del Ayuntamiento, al contrario de lo que pasó con Mintra".

El concejal de Urbanismo, Pío García Escudero, durante la sesión del pleno municipal.
El concejal de Urbanismo, Pío García Escudero, durante la sesión del pleno municipal.ULY MARÍN

El síndrome del 'señor de los anillos'

El Consejo de Ministros aprobó ayer la cesión de la titularidad de la M-30 al Ayuntamiento, con una "compensación económica para la mejora de dicha vía" de 53,8 millones de euros. Una vez que ambas partes firmen el convenio, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, tendrá por fin las manos libres para iniciar las obras de reforma que prometió en campaña electoral.

O casi. Queda un obstáculo que el gobierno municipal espera salvar en las próximas semanas y que centró ayer buena parte del debate en el pleno del Ayuntamiento: la declaración de impacto ambiental de la que el alcalde ha pedido eximir a su megaobra. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, aún no se ha pronunciado, y por eso PSOE e IU intentaron ayer quemar sus últimos cartuchos y volvieron a reclamar que el proyecto se someta al estudio previo de Medio Ambiente.

"Estamos de acuerdo en que se haga la reforma, pero no a costa de saltarse la ley. Es necesario que el proyecto tenga un periodo de información pública, y que todo se haga con transparencia", afirmó la portavoz socialista, Trinidad Jiménez. Concha Denche, de IU, opinó que "la oferta estrella de Ruiz-Gallardón se ha convertido en una gincana de sospechas y prisas". "La voluntad del césar por encima de la legalidad", resumió la concejal mirando de reojo al alcalde, que no movió ni una ceja al escuchar la referencia imperial a su persona.

Pío García-Escudero, edil de Urbanismo, se limitó a tirar de legislación para concluir que las obras en la M-30, que desde ayer es "una vía urbana" (una calle más de la ciudad y no una carretera), no requieren en ningún caso de declaración de impacto. ¿Por qué ha pedido entonces la exención? "Por respeto riguroso al medio ambiente, por si acaso hubiera algún problema en el tramo del río".

Entre tanto legalismo no hubo hueco para debatir el fondo de la cuestión: si los 3.500 millones que va a costar esa obra tan colosal deberían invertirse en otras necesidades más urgentes de Madrid. "Es una concepción visionaria de la ciudad", advirtió Denche. "El famoso síndrome del señor de los anillos...": un anillo, la M-30, "para gobernar el mundo".

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