Maragall pide a Bruselas que no financie el trasvase del Ebro, pero acepta el PHN
El presidente de la Generalitat reclama un pacto de Estado sobre el agua
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se implicó ayer personalmente, en Bruselas, en la lucha contra el trasvase del Ebro, aunque reclamó un pacto de Estado sobre el agua en el marco del Plan Hidrológico Nacional (PHN). "El Gobierno catalán", dijo, " no está contra el PHN" ya que considera que tiene elementos positivos. "Lo conflictivo es la filosofía respecto al trasvase del Ebro", aseguró. La Generalitat, añadió, "no aceptará ninguna obra de trasvase hidráulico en su territorio hasta que estén definidos todos los recursos disponibles y las necesidades reales".
Maragall transmitió su petición el jueves, en Bruselas, al comisario de Política Regional y Asuntos Institucionales, Michel Barnier, y ayer fue el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, el ecosocialista Salvador Milà, quien entregó a la directora general de Medio Ambiente, Catherine Day, una resolución aprobada por el Gobierno catalán.
El Ejecutivo de la Generalitat mantiene su oposición tajante al trasvase del Ebro, pero ha moderado su discurso y ha adoptado una actitud lo más contemporizadora posible sobre el conjunto del Plan Hidrológico Nacional (PHN). Milà explicó en Bruselas que por ahora el Gobierno catalán no tiene previsto acudir a los tribunales europeos para parar el trasvase porque confía en que no será necesario. Además, el discurso pone ahora el acento en separar el PHN del trasvase del Ebro. El primero, subrayó Maragall con contundencia, "Cataluña lo quiere". El segundo, en cambio, no, porque es perjudicial para Cataluña y también para España.
Obra insostenible
Tanto Maragall como Milà fueron especialmente cuidadosos en no ofender a las comunidades autónomas que, como la de Murcia, defienden el trasvase del Ebro: "Cataluña quiere ser solidaria con Valencia, Murcia y Andalucía, y aprender de ellas, pero el trasvase no es sostenible ni viable". Por ello, dijo, deben "trabajar conjuntamente para intercambiar conocimientos y buenas experiencias, para buscar el modo de prescindir de una obra que no es sostenible ni medioambiental ni económicamente".
El presidente de la Generalitat propuso un pacto de Estado sobre el agua: "En Cataluña no hay agua sobrante ni falta agua, pero no puede haber trasvase de excedentes, porque no existen". En este sentido, recordó que el Ejecutivo ya logró un acuerdo el 29 de diciembre pasado para encargar los estudios necesarios.
El Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat hizo público un comunicado que entregó a las autoridades comunitarias en el que, además de insistir en que "no aceptará ninguna obra de trasvase hidráulico en su territorio hasta que estén definidos todos los recursos hídricos disponibles y todas las necesidades reales en el marco de una nueva cultura del agua", pide que los fondos europeos para el PHN que reclama el Gobierno español se destinen "a la prioridad más urgente para Cataluña, que es recuperar y conservar el delta del Ebro", y que "el resto de los proyectos hidráulicos para garantizar suministros futuros y para mejorar la calidad del agua de las cuencas internas de Cataluña reciban la máxima prioridad en la asignación de los fondos de cohesión, ya que dichos proyectos están desvinculados del trasvase del Ebro".
El portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE), Manolo Tomàs, dijo ayer sentirse "profundamente agradecido" por la reunión que Maragall y Milà celebraron ayer en Bruselas con la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstrom, porque, a su juicio, ha servido para contrarrestar la presión "sin precedentes del Partido Popular" ante las instituciones europeas para "poder anunciar que cuenta con financiación europea para el trasvase durante la campaña electoral", informa Oriol Aymí.El Consejo de Ministros analizó ayer la licitación por parte del Ministerio de Medio Ambiente de seis contratos para la compra de 555 kilómetros de tuberías, además de válvulas y carretes que se emplearán en la ejecución del trasvase del Ebro, por un importe de 638,6 millones de euros.
El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, destacó la "gran celeridad" con la que se están ejecutando las obras del Plan Hidrológico Nacional (PHN). "Siempre hemos dicho que el plan se iba a cumplir en los plazos establecidos", dijo.
El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, consideró ayer que la compra de 555 kilómetros de tuberías para la construcción del trasvase del Ebro es "una exhibición impúdica de propaganda electoral". En declaraciones a los medios de comunicación, tras la firma de un acuerdo entre la Feria de Zaragoza y la Asociación Nacional del Sector de Maquinaria Agrícola y Tractores, Iglesias opinó que, en vísperas de las elecciones generales, "se están haciendo gestos que son absolutamente desproporcionados", ante los que "el ciudadano normal, que ve estas cosas sin apasionamientos, tiene que estar muy escandalizado".
"No tiene ningún sentido", dijo Iglesias, "que se quiera hacer esta campaña con esta propaganda electoral única y exclusivamente para llegar al 14 de marzo, porque todo el mundo sabe que no se puede hacer ningún trasvase del Ebro y que no se pueden construir 900 kilómetros de tubería desde hoy hasta el día 14 de marzo". El presidente del Gobierno de Aragón estimó que "es de gobernantes poco responsables utilizar estas cosas que dividen, que enfrentan y que encrespan a comunidades autónomas, como Aragón, haciendo una exhibición tan impúdica con estos actos electorales".
Iglesias apuntó que las licitaciones de las obras del trasvase no son pasos irreversibles, ya que, añadió, "todos los embalses incluidos en el Pacto del Agua de Aragón se han licitado 10 o 12 veces".
En sentido totalmente opuesto se manifestó el portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Serafín Castellano, que acusó al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, de seguir "empeñado en negar el agua a nuestra comunidad, y lo más grave del caso es que cuenta con la complicidad" del secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, a quien Castellano acusa de "claudicar al ordeno y mando del presidente catalán" con su silencio respecto al trasvase del Ebro.
El portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE), Manolo Tomàs, que ayer compareció en conferencia de prensa junto a una amplia representación de la delegación del Gobierno de la Generalitat en las comarcas del Ebro, consideró clave para frenar el trasvase que "Bruselas conozca la oposición del Gobierno catalán", un argumento que se sumaría a los jurídicos y medioambientales para conseguir que la Unión Europea vete su apoyo económico al trasvase del Ebro.
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