"Prefiero ser conocido como actor teatral"

El director Ramón Barea presenta La ratonera, de Agatha Christie, como "un clásico del teatro de misterio". Esta noche se estrena en Barakaldo una nueva versión en la que Jaime Blanch (Madrid, 1940), intérprete de medio centenar de obras teatrales, varias películas y casi 300 programas televisivos, da vida al sargento Trotter.

Pregunta. Otra vez La ratonera...

Respuesta. Sí, ya la hice en Madrid, en 1998. Lo novedoso de este montaje es la simbiosis de actores de distintas escuelas y tendencias. Vuelvo a hacerla porque me interesa mucho el mestizaje, como cuando acepté hacer zarzuela. Para mí es muy importante encontrarme con actores que la han hecho en euskera, o con cantantes profesionales. Se especializan los ingenieros, los médicos, no los intérpretes.

P. Dice que en el teatro se ve la verdadera dimensión del actor.

R. Sí, es como cuando los trapecistas trabajan en el circo sin red. Yo, que he tocado todas las ramas del arte interpretativo, en el sitio donde mejor me siento es en el escenario, porque me parece más difícil y no hay "¡corten!, que repetimos".

P. Pero hoy parece que si no se sale en televisión, no se es conocido.

R. Eso me da igual. Prefiero que se me conozca por ser actor de teatro que de televisión. Esa popularidad que da la televisión a veces es un bumerán que se vuelve contra uno. Aunque se habla de la telebasura, y habría que empezar a hablar de espectadorbasura. Si se apagara el televisor, sería mejor.

P. Anime a quien ya haya visto varias versiones de La ratonera.

R. Los actores somos pésimos vendedores. Y creo que el teatro pertenece a la cultura, y ésta debe ser una demanda social del individuo.