_
_
_
_

Iliá Repin vertebra una exposición sobre el gran realismo pictórico ruso

Conocidos sólo fragmentariamente en España, ahora más de medio centenar de cuadros de los pintores realistas rusos desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, procedentes del Museo Estatal de San Petersburgo, se muestran en la sala de San Eloy de Caja Duero, en Salamanca, hasta el día 28 de marzo. La exposición se ordena en torno a la figura medular de esa etapa, Iliá Repin (1844-1930), que no sólo figuró como un referente estético, sino de compromiso social a través de la crítica al entramado social.

En la exposición Repin y el realismo ruso se presentan 12 obras de Repin, a quien se considera como cronista de su entorno además de su destacada aportación como retratista. Una selección en la que no falta una obra fundamental en su producción, Los sirgadores del Volga (1870), que se considera "el símbolo de la dureza de la vida en la Rusia anterior a la revolución de octubre", como ha señalado Evgenia Petrova, comisaria de la muestra. Pero ese cuadro, como otros de Repin, además de su fuerza como testimonio de situaciones sociales - "los pintores no se mantenían ajenos al movimiento general de la sociedad", ha señalado Petrova-, aporta una especial composición y calidad técnica que engrandece una pintura calificada como "un poema" sobre las gentes rusas y su dignidad.

Con especial atracción por el mundo de los campesinos, de los trabajadores, de las gentes de su entorno, Repin llegó al realismo comprometido, al igual que otros artistas y escritores rusos, desde una inicial posición privilegiada, como fue la de pintor favorito y reconocido de la Academia de las Artes de San Petersburgo. Pero, desde esas posiciones, evolucionó estética y socialmente hasta rebelarse frente al corsé de la concepción pictórica limitada, lo que V. A. Lenyashin ha destacado en el catálogo de la muestra como desprendimiento de "los ideales académicos del clasicismo y el romanticismo", mientras enfrentaba "una ardua senda de creación libre e independiente", que se tradujo en el realismo.

En ese recorrido, a Repin lo secundaron creadores conocidos como "el movimiento de los artistas itinerantes" (por practicar diversos géneros), caso de Nikolái Kuznetsov, Vasili Perov, Piotr Sokolov, Iván Kramskoi, Nikolái Gue, Grigori Makovski o Vasili Surikov, todos ellos con obras expuestas en Salamanca. Además, entre los 27 pintores que acompañan a Repin también figuran cuadros de Leonid Solamatkin, Fiodor Vasiliev, Firs Zhuravliov, Isaac Levitan, Karl Lemoj o Nikolái Dubovskoi, entre otros, cuya creación aportó obras que, según la comisaria, han permitido establecer que "el realismo de la segunda mitad del siglo XIX constituyó una etapa de capital importancia en la historia del arte en Rusia", etapa definitiva para abrir el camino a la aparición de la vanguardia rusa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_