Vizcaya rechaza desarrollar un plan de protección del bosque de Oma

La Diputación de Vizcaya mantiene su actitud de no poner en marcha medidas de protección en el Bosque pintado de Oma, la obra más conocida del artista Agustín Ibarrola. La titular de Cultura, Belén Greaves, manifestó ayer que el tratamiento "reiterado" de este asunto en las Juntas Generales "recuerda su existencia a los agresores", que han atacado el bosque tres veces durante los últimos tres años y medio.

El primer ataque se produjo en mayo de 2000, cuando 84 de los pinos pintados recibieron hachazos y tres de ellos fueron derribados. En noviembre de 2001, los vándalos aplicaron brochazos en tono gris para tapar las pinturas originales de 102 de los 446 árboles que integran la obra de Ibarrola. El tercer y último ataque se produjo en marzo de 2003, con el resultado de más de medio centenar de pinos embadurnados, además de pintadas contra el artista, con textos como "ETA, mátalo".

La reiteración de los ataques ha llevado el asunto varias veces a las Juntas Generales de Vizcaya. La diputada de Cultura, Belén Greaves, comparecía ayer a petición del PP, que exigía la protección del bosque y de otras obras de Ibarrola. El pasado 6 de diciembre, uno desconocidos destrozaron en el muelle de Lekeitio una de sus esculturas.

Greaves se remitió a la última decisión de las Juntas Generales, en noviembre pasado, que ya rechazó establecer un plan de protección. El equipo de gobierno aseguró entonces que establecer un dispositivo especial de vigilancia va en contra de la obra de arte.

78.000 euros gastados

Greaves censuró que este asunto se debata en las Juntas Generales. "Hablar de forma reiterada del bosque de Oma puede producir un efecto contrario al esperado, porque recuerda su existencia a los agresores". La diputada recordó que la institución foral se ha gastado desde 2000 casi 78.000 euros en dos trabajos de restauración tras los ataques y un plan de mejora del bosque, en colaboración con la UPV. Sobre la escultura de Lekeitio, Greaves dijo que no es propiedad de la Diputación, sino de la Dirección de Puertos del Gobierno vasco.

El juntero Arturo Aldecoa, del PP, defendió una protección para la obra emblemática de Ibarrola por la actitud de los agresores "con un nivel de tropelía que puede llegar muy lejos. Ante esta situación lo que no se puede hacer es mirar hacia otro lado y creer que no nos afecta".

El socialista Txema García anunció que su grupo presentará una propuesta sobre este asunto para aclarar la postura política de cada uno. "Se sabrá si hay interés o desidia en proteger el bosque de Oma". Martin Calvo, de IU, instó a eliminar los intereses partidistas con los amenazados y las víctimas y defendió garantizar su seguridad y que "todas las víctimas noten la solidaridad activa de las instituciones".

Los representantes del equipo de gobierno defendieron la postura de la Diputación. La peneuvista Itziar Garamendi expresó su esperanza en que no haya más ataques al Bosque pintado y Juan Carlos Goinetxea, de EA, sostuvo que una hipotética protección se debería extender a todos los artistas.