Gràcia ensayará un plan para sacar los coches de sus calles y ganar amplias zonas peatonales
El proyecto prevé pactar la ubicación de una veintena de 'supermanzanas' para peatones
Barcelona proyecta en el distrito de Gràcia un plan de movilidad que liberará de tráfico buena parte de su trama viaria en beneficio del peatón, que ganará 2,4 hectáreas de terreno y altos niveles de calidad ambiental. La propuesta que hizo pública ayer la municipalidad supone invertir la lógica de los últimos años en materia de tráfico; es decir, empezar a vaciar de coches y motos las calles secundarias del casco urbano de la antigua Vila de Gràcia, que registran el 23% del tráfico y representan el 70% de la longitud de la trama viaria, y canalizar el tráfico hacia la red básica (Ronda de Dalt, Gran de Gràcia, Torrent de l'Olla, Príncep d'Astúries, Via Augusta, Travessera de Dalt y Travessera de Gràcia), que soporta el 77% de los vehículos en hora punta pese a representar el 30% de la longitud de las calles.
El plan prevé crear una veintena de supermanzanas peatonales, cuya ubicación se pactará, una a una, con los residentes.
Las medidas que prevé el plan de movilidad suponen potenciar el transporte público y la bicicleta, lo que se traducirá en un uso más racional y sostenible del espacio público. La bajada en picado del ruido ambiental por debajo de los 60 decibelios será otra de las consecuencias de restringir la movilidad de los vehículos de motor en uno de los lugares más ruidosos de Barcelona.
La Agencia Local de Ecología Urbana ha realizado un exhaustivo trabajo en colaboración con los técnicos del distrito para racionalizar el flujo de vehículos en una trama de calles casi medievales que soporta un volumen reducido de coches si se compara con el alto nivel de molestias que ocasionan.
Negociación con los vecinos
El plan se desarrollará en distintas fases entre este año y 2007, aunque el horizonte último se fija en 2010 porque prevé aspectos que seguramente motivarán un vivo debate ciudadano. Tanto el concejal de Gràcia, Ricard Martínez, como los autores del plan evitaron ayer concretar aspectos de éste tales como la inversión pública que requerirá su implantación, el número de supermanzanas peatonales y su ubicación. Los técnicos consideran que el emplazamiento de las zonas libres de coches debe surgir de la negociación con los vecinos y subrayaron su deseo de que en ningún modo se entienda como un proyecto cerrado, sino todo lo contrario.
Durante 2003 y parte del 2002 se midió el tráfico de cada una de las calles del distrito, lo que ha llevado a los autores del trabajo a diferenciar tres categorías de calles en función de la densidad de uso. La red básica por la que circulan el 77% de los vehículos debe tener capacidad para absorberlos. La red de distribución interna permitirá acceder a las supermanzanas mediante un carril para los coches de los vecinos y para el transporte público, y se reservarán espacios para la carga y descarga. En las calles peatonales el uso del vehículo estará restringido a los vecinos, las urgencias y los servicios municipales.
Se tendrá cuidado en que las zonas peatonales sean accesibles a todos los ciudadanos, incluidas las personas con dificultades de movilidad. Según el técnico Salvador Rueda, será prioritaria la accesibilidad de los minusválidos en un distrito donde, por su accidentada orografía, quedan aún bastantes zonas por donde no pueden transitar.
Las motos son un problema para Gràcia. El plan prevé ampliar la oferta de plazas de aparcamiento subterráneo para evitar que ocupen aceras y espacios peatonales. Lo que empezó siendo una alternativa al coche se ha disparado: Gràcia tiene 13.344 motocicletas y 7.569 ciclomotores, el 9,4% y el 8,6%, respectivamente, del total de la ciudad, por lo que se ampliarán el 35% los aparcamientos de motos.
El déficit aparcamientos para coches es de 808 plazas, mucho teniendo en cuenta que el parque matriculado en el distrito es de 46.902 coches, y la oferta de aparcamientos, de 45.743.
La carga y descarga se ampliará y pasará de las 815 plazas actuales a las 1.800 previstas en el nuevo plan.
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