"La radiología es un nido de empirismo"
Pregunta. ¿Cuándo dio el paso de la protección radiológica a la radiología experimental?
Respuesta. En 1991, cuando ETA explotó un paquete bomba en la prisión Sevilla-1 al contacto con los rayos X. Yo ya había hecho algunas cosas con los primeros Tedax y me mandaron a Sevilla. Demostré que había un modo de evitar la explosión y el Ministerio del Interior me pidió que me dedicara a formar a la seguridad de las prisiones. Desde entonces he hecho colaboraciones esporádicas con Interior.
P. ¿La radiología se ha vuelto indispensable a partir del 11-S?
R. El problema es que los rayos X no se ven, y eso la convierte en un nido de empirismo donde cada uno toma la determinación que cree. En paquetería nadie ve nada: todo es coercitivo. Los objetos, según su posición, son una cosa o parecen otra. En la actualidad los equipos de paquetería sólo tienen un tubo de rayos X, y deberían tener dos o tres para poder ver los objetos desde distintas posiciones. Por ejemplo, las balas pueden parecer botones o los explosivos se pueden camuflar poniendo el detonador en un bolígrafo, dando forma de figurita de hamster, que también es materia orgánica, al explosivo y poniendo el circuito, que es eléctrico, en un CD.
P. ¿Está diciendo que estamos vendidos?
R. No, estoy diciendo que no estamos formados. Con la formación adecuada y los medios necesarios se puede detectar cualquier objeto. Hay que saber elegir la imagen y saber manejarse en las cuñas escalonadas. El problema de la seguridad hoy está en los objetos pequeños, pero con formación adecuada no hay problema.
P. ¿Pero se está formando a los responsables?
R. No lo suficiente.
P. ¿Estamos más inseguros de lo que parece?
R. La suerte que tenemos es que quienes van a hacer daño no son muy buenos. Es como si jugase el Catarroja contra el Real Madrid.
P. Otra de sus especialidades es la entomología forense.
R. Sí, radiografié una hoja de naranjo con minador y vi que había unos cambios de densidad en los excrementos. A partir de ahí me interesé por los insectos. Como también daba clases de radiología postmortem en el Departamento de Medicina Legal, empecé a hacer pruebas con cerdos. Vi que las imágenes cambiaban según los días que llevaban muertos y me empezaron a interesar los episodios entomológicos, lo que Pierre Megnin llamó las escuadras de la muerte.
P. ¿La fauna cadavérica es crucial para resolver crímenes?
R. En efecto. Dependerá del lugar y las condiciones en las que se encuentre un cadáver. Lo que yo hago es reproducir todas las circunstancias con carne de cerdo para poder determinar el momento en que se produjo la muerte.
P. ¿Y acierta?
R. Bueno, me concedieron la Cruz al Mérito Policial por la reproducción de un asesinato en Pontevedra, del que sólo me desvié en un 0,8%. Soy el único civil que la tiene. Incluso el FBI reconoció los méritos de esa reproducción.
P. ¿Cómo acceden los insectos de las escuadras de la muerte a los nichos?
R. Las larvas de las moscas son capaces de pasar por espacios de una décima de milímetro. Es decir, no hay ningún nicho en ningún cementerio en el que no sean capaces de entrar tras ser atraídas por el olor.
P. Con tanta información, su visión sobre la mosca ha cambiado, claro.
R. Le digo una cosa: el futuro de la detección de bombas y drogas está en las moscas, pero hay que domesticarlas.
EN DOS TRAZOS
Alfredo Piera (Alzira, 1947) fue agricultor hasta los 17 años, cuando decidió estudiar y reorientar su vida profesional como ATS. Durante más de 30 años ha sido jefe de protección radiológica del Hospital General de Valencia, pero su curiosidad le conviritió en un experto en radiología experimental aplicada a la seguridad y en entomología forense. Por su pericia en estas disciplinas colabora estrechamente con la policía, imparte cursos de formación a los responsables de seguridad de aeropuertos y prisiones, perita asesinatos y da conferencias en el extranjero.
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