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Garzón envía al talibán español al hospital para un examen mental

El juez decreta prisión incondicional pese al ingreso sanitario

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó anoche prisión incondicional para Hamed Abderramán Ahmed, Hmido, de 29 años, el único preso español en la base de Guantánamo y presunto miembro de Al Qaeda. No obstante, ordenó su envío a un hospital de Madrid para que sea sometido a pruebas psiquiátricas y médicas, según fuentes jurídicas. Hmido había llegado a España a las 21.20.

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El ceutí llegó a la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde el juez Garzón le notificó el auto de procesamiento por pertenencia a banda terrorista dictado contra él el pasado 29 de diciembre y legalizó su situación en España. La entrega fue confirmada por el ministro del Interior, Ángel Acebes, que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros anunció que el Ejecutivo tramitará la solicitud de extradición de otros tres presos de la base de Guantánamo, presuntos miembros de Al Qaeda, de nacionalidad marroquí, para que sean juzgados en España.

Hamed Abderramán llegó a la Audiencia Nacional a las 22.00, donde fue examinado por el médico forense para determinar su estado de salud. Acto seguido se celebró la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para determinar si ingresaba en prisión o en algún centro hospitalario, dependiendo de su estado físico y psíquico. Ésta concluyó a las 23.45.

A la vista del informe pericial forense y para determinar con mayor exactitud su estado de salud, el juez Garzón ordenó su envío al Hospital Gregorio Marañón. Allí iba a ser ingresado en el ala penitenciaria, la Unidad de Acceso Restringido, con vigilancia policial y jurada.

El juez decretó prisión incondicional para Hamed Abderramán, como solicitó el fiscal fiscal Pedro Rubira por considerar que el delito de que se le acusa es muy grave y que en caso de ser puesto en libertad, podría fugarse. Garzón acordó imponerle medidas cautelares de vigilancia policial para que no se fugue. El talibán español no fue interrogado sobre sus actividades debido al largo viaje. Sus familiares pudieron verle en la Audiencia Nacional. Su abogado, Javier Nart, pidió su libertad porque no existe riesgo de fuga y tiene arraigo en España.

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El 28 de enero de 2002, agentes de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) recibieron información de que uno de los talibanes detenidos en Guantánamo era español. Dos funcionarios de la UCIE y un diplomático español viajaron a Guantánamo y confirmaron que el detenido era Hamed Abderramán.

En una breve declaración les confirmó que viajó a Afganistán, vía Irán, y que llamó desde un teléfono público a España. Esa llamada concuerda con la que figura como entrante en el teléfono intervenido a Ibrahim (se refiere a un seguidor de Abu Abdulrahman, el calvo, con acento tunecino).

Ello evidenciaba a juicio de los investigadores que el talibán tenía relaciones con las redes de reclutamiento de Al Qaeda. El talibán reconoció que había sido captado y se había entrenado militarmente en Afganistán.

La madre de Hamed Abderramán (con velo) y otros familiares, anoche a su llegada a la Audiencia Nacional.
La madre de Hamed Abderramán (con velo) y otros familiares, anoche a su llegada a la Audiencia Nacional.MANUEL ESCALERA
El ministro del Interior, Ángel Acebes, ayer, al anunciar el traslado del talibán español.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, ayer, al anunciar el traslado del talibán español.MANUEL ESCALERA

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